Portada | China | Economía | Mundo | Iberoamérica | Opinión | Ciencia Deportes | Cultura | Sociedad | Viaje | Fotos | PTV | Tips

español>>China

Campaña de desprestigio de EE.UU. contra Xinjiang evidencia su rostro hegemónico

Pueblo en Línea  2021:03:30.14:49

Un segador cosecha algodón en un campo en el condado de Manas, Región Autónoma de Xinjiang Uygur, 17 de octubre del 2020. (Foto: Xinhua/ Ding Lei)

Por Ye Zhu

Beijing, 30/03/2021 (El Pueblo en Línea) -Recientemente, Estados Unidos y sus aliados de los Cinco Ojos, los gobiernos británico y canadiense y la Unión Europea (UE), han tomado medidas coordinadas para “caerle en pandilla” a China, imponiendo sanciones unilaterales contra individuos y entidades chinas debido a las llamadas violaciones de los derechos humanos en la Región Autónoma de Xinjiang Uygur. La forma en que actúan recuerda a las Fuerzas Aliadas de las ocho potencias.

La Iniciativa Mejor Algodón (BCI, por sus siglas en inglés), organización no gubernamental que tiene como objetivo promover mejores estándares en la agricultura del algodón, ha persuadido a algunos gigantes minoristas internacionales como H&M y Nike, a rechazar el algodón de Xinjiang.

Mientras aseguran "preocuparse" por los derechos humanos en Xinjiang, mediante el boicot intentan destruir los medios de vida de unos 7 millones de agricultores dedicados a la industria del algodón. Esa farsa de las "sanciones por violación de derechos humanos" es como "una bofetada en la cara" que lo único que hace es poner en relieve su ridícula lógica.

Paradójicamente, esta “pandilla” no impuso sanciones cuando las minorías étnicas en Estados Unidos fueron blanco del acoso racial, cuando la epidemia de COVID-19 se descontroló en Estados Unidos y cobró la vida de 500.000 estadounidenses debido a la respuesta imprudente del gobierno de ese país y cuando 41.500 personas murieron en incidentes de tiroteos en un año.

Sin embargo, a pesar de que los esfuerzos antiterroristas han dado resultados significativos en Xinjiang, si se han dedicado a sancionar a individuos y entidades chinas, pretextando desconocer que todos los grupos étnicos de Xinjiang gozan de seguridad, estabilidad y prosperidad.

Este tipo de "sanciones por violación de los derechos humanos" es, por antonomasia, la mayor humillación a los propios derechos humanos.

"A los países occidentales no les gustan los musulmanes ni China, pero se preocupan por los musulmanes chinos", se lee en un comentario debajo de un video de YouTube, criterio que deja al descubierto la ridícula lógica del absurdo reclamo sobre Xinjiang.

En el 2019, embajadores de 37 países -entre ellos Arabia Saudita, Egipto y Kuwait- enviaron una carta conjunta al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que demuestra su apoyo a la política china en Xinjiang.

Los enviados diplomáticos enviados en China desde 20 estados árabes y la Liga Árabe recorrieron Xinjiang en octubre del 2020 y verificaron los logros de la región en la lucha contra el terrorismo y la protección de la libertad de creencias religiosas. Sin embargo, los enviados diplomáticos de la UE a China rechazaron las invitaciones para visitar Xinjiang y retrasaron la llegada de todas las maneras posibles, pretextando una infinitud de razones.

Cuando se trata de la relación con los musulmanes, Estados Unidos tiene un pésimo historial. El gobierno estadounidense emitió una prohibición para los países de mayoría musulmana y no adoptó ningún enfoque activo para hacerle frente a los crecientes crímenes de odio contra los musulmanes cometidos después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Incluso utilizó detergente como "evidencia" para invadir Irak, campaña donde fallecieron cientos de miles de civiles y generó una ola terrible de desplazados.

Estados Unidos descuida sus propios problemas de derechos humanos, pero mira con atención a Xinjiang y se codea con sus aliados para mostrar un "cuidado" sin precedentes de los musulmanes en la región. Esa no es una decisión que emana de la consciencia, es un movimiento impulsado por agendas ocultas.

El gobierno de Biden describió a China como el "competidor más serio" de Estados Unidos. En 2017, la estrategia de seguridad nacional publicada por la administración Trump fue considerada como un plan para empezar a lidiar contra el ascenso de China.

Al exagerar las llamadas cuestiones relacionadas con Xinjiang, Estados Unidos busca desprestigiar a China, En su empeño, está secuestrando a la UE para impulsar un cisma entre China y los países islámicos, a fin de desestabilizar al gigante asiático y contener su desarrollo. Esta operación es consustancial a la estrategia nacional estadounidense.

Es obvio que a Estados Unidos no le importan los derechos humanos en Xinjiang. La superpotencia lo único que ambiciona es mantener su supremacía en el orbe.

“El mundo entero debe estar riéndose de Estados Unidos por pretender preocuparse de los musulmanes en China”, escribió Caitlin Johnstone, periodista australiana independiente en Russia Today.

"Una vez más oímos al imperio estadounidense balbucear sobre la difícil situación de los musulmanes en China. Esto sólo hay que preguntárselo a cualquier país de mayoría musulmana bombardeado por Estados Unidos", añadió.

Johnstone también señaló que el gobierno estadounidense tiene una política permanente de armar con deshonestidad una escena de preocupaciones sobre "derechos humanos" contra naciones como China. A Estados Unidos no le importa la situación de los Uygurs en China. Tampoco le importa que sus acusaciones sobre el abuso de derechos humanos estén plagadas de evidentes agujeros argumentales. Lo único que le importa a Estados Unidos es socavar a su principal rival geoestratégico en el escenario mundial.

Las observaciones de Johnstone han dado en la diana. 

(Web editor: 周雨, 赵健)

Comentario

Noticias

Fotos