Residentes en Xinjiang disfrutan de prosperidad, armonía y un desarrollo pacífico (2)

Pueblo en Línea  2021:07:16.16:28

Por Zhong Sheng

La Oficina de Información del Consejo de Estado emitió este miércoles un libro blanco que detalla el progreso del país en la protección de los derechos de todos los grupos étnicos de la Región Autónoma de Xinjiang Uygur, incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, culturales, sociales, los derechos de las mujeres y los niños y la libertad religiosa.

El libro blanco, titulado “Respetar y proteger los derechos de todos los grupos étnicos en Xinjiang”, demuestra con abundantes hechos y estadísticas que durante más de 70 años el Partido Comunista de China (PCCh) y el gobierno chino han defendido un enfoque centrado en las personas tratando el derecho a la subsistencia y al desarrollo como los principales aspectos de los derechos humanos. Al integrar el principio de los derechos humanos universales con las realidades del país, China ha enriquecido su estrategia para la gobernanza de Xinjiang y ha garantizado la igualdad de derechos de la población a participar y desarrollarse. Gracias a estos esfuerzos, en Xinjiang los derechos humanos han progresado de forma constante.

Xinjiang fue una vez víctima de actividades terroristas. Las fuerzas terroristas nacionales y extranjeras que afirman representar al "Turquestán Oriental" se han confabulado para conspirar y llevar a cabo miles de actos terroristas. Tales hechos han puesto en peligro la vida de las personas de todos los grupos étnicos de Xinjiang.

Xinjiang ha promulgado una serie de reglamentos locales para atacar duramente las actividades terroristas que infringen los derechos humanos y ponen en peligro la seguridad pública, así como las actividades ilegales y delictivas que utilizan el extremismo para socavar la ley.

Xinjiang concede una alta importancia a la prevención del terrorismo. Al mejorar los medios de vida y llevar a cabo campañas educativas sobre el Estado de Derecho se ha seguido un enfoque de lucha preventiva contra el terrorismo para proteger los derechos básicos. Desde finales del 2016, durante más de cuatro años no ha habido ningún incidente terrorista en Xinjiang y se ha protegido el derecho a la vida de las personas de todos los grupos étnicos.

En mayo, diplomáticos de alto rango de 19 países de América Latina y el Caribe realizaron visitas sobre el terreno. Ellos declararon que entienden y apoyan los esfuerzos del gobierno chino en la lucha contra el terrorismo y la desradicalización en Xinjiang.

Xinjiang verifica un rápido desarrollo económico y social. En el territorio se han hecho sustantivas inversiones para mejorar el bienestar de la población. Además, todos los grupos étnicos gozan de igualdad de oportunidades y de derechos económicos.

De 1955 al 2020, el PIB de Xinjiang subió 160,3 veces, y su PIB per cápita 30,3 veces. A finales del 2020, más de 2,7 millones de personas rurales de Xinjiang habían salido de la pobreza extrema, y 3.666 aldeas y 32 condados ya no estaban clasificados como pobres. La gente en Xinjiang experimenta una sensación cada vez mayor de prosperidad, felicidad y seguridad.

Sergey Sanakoev, presidente del Centro de Investigación de la Región Asia-Pacífico, señaló que el desarrollo de Xinjiang indica plenamente el respeto del gobierno chino por los derechos de los grupos étnicos minoritarios.

El respeto y la protección de la libertad de creencias religiosas es una política nacional básica y a largo plazo del gobierno chino. Con sujeción a los principios de protección de las prácticas lícitas, proscripción de actividades ilegales, contención del extremismo, resistencia a la infiltración y castigo de la delincuencia, el gobierno local de Xinjiang aplica una política favorable, protege las legítimas actividades religiosas y garantiza la libertad de creencia religiosa de los residentes.

William Jones, jefe de la Oficina de Washington del Servicio de Noticias de Revisión de Inteligencia Ejecutiva, visitó una vez Xinjiang y fue testigo del rápido desarrollo de la región y la satisfacción de los residentes locales de todos los grupos étnicos. Jones declaró que las acusaciones de violación de los derechos humanos en Xinjiang son, en efecto, mentiras fabricadas por personas con retorcidas intenciones.

Los hechos hablan más que las palabras. Actualmente, algunos medios de comunicación y políticos extranjeros siguen difundiendo rumores, distorsiones e invenciones sobre Xinjiang. Estas virulencias han generado una fuerte indignación entre los ciudadanos chinos y han sido criticadas por quienes en la comunidad internacional defienden principios justos.

Recientemente, más de 90 países expresaron su apoyo y comprensión hacia China en la 47 sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, oponiéndose a la interferencia en los asuntos internos de China bajo el pretexto de violaciones de los derechos humanos.

Una investigación conjunta de tres centros de investigación social italianos también reconoció los efectivos resultados logrados por las medidas antiterroristas y de desradicalización del gobierno chino en Xinjiang. El coautor de la investigación, Fabio Massimo Parenti, un estudioso italiano de las relaciones internacionales, aseguró que pudo apreciar durante su visita a Xinjiang de la libertad de creencias religiosas de la que gozaban los uygures y las personas de otros grupos étnicos, y que no había rastro de los mal llamados trabajos forzados o genocidio. Ellos concluyeron que la acusación sobre Xinjiang es totalmente infundada.

Xinjiang es ahora una sociedad estable y ordenada, donde los grupos étnicos locales viven en armonía y paz. China ha logrado prosperidad y avanza en la construcción de un país socialista moderno. Los nuevos logros garantizarán de una mejor manera el dereho a la igualdad étnica. Cualquier intento de socavar la estabilidad y la prosperidad de Xinjiang, interferir en los asuntos internos de China a través de Xinjiang o buscar contener el desarrollo de China estará condenado al fracaso.

(Zhong Sheng es un seudónimo que utiliza el Diario del Pueblo para expresar sus puntos de vista sobre política exterior).