Notas del editor:
Rastrear el origen del virus COVID-19 se ha convertido en una completa farsa política. Con toda la manipulación política y los informes sesgados de los medios de comunicación haciendo más ruido que la ciencia, la sociedad en general e incluso la comunidad virtual en línea está ahora alborotada con una letanía de teorías de conspiración que han sido deliberadamente cocinadas por algunos políticos occidentales con la esperanza de desviar la atención de su mal manejo de la situación doméstica del COVID-19.
Políticos incompetentes e interesados en sí mismos se han enredado en una red de mentiras insostenibles sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19, todo sin ofrecer ninguna evidencia sólida. Estos temas de conversación han sido noticia todos los días y han servido para lavar el cerebro a una audiencia impresionable.
A pesar de las crecientes presiones políticas, cada vez más científicos se han puesto de pie y han hablado, descartando algunas de las ideas más populares pero ridículas que rodean la idea de que el virus se filtró desde uno de los laboratorios de Wuhan. Esta vez, dejemos que los científicos hablen.