Una carretera construida a lo largo de los acantilados de un desfiladero en la provincia de Guizhou se ha convertido en un lugar turístico.
La aldea de Shibanhe en el condado Hezhang había estado apartada en las montañas durante generaciones, aislada y empobrecida. Para crear un futuro mejor, los residentes tomaron el asunto en sus propias manos, literalmente, y comenzaron a construir un camino hacia el mundo exterior utilizando herramientas manuales en 1999.
El resultado fue milagroso. Después de tres años de laboriosa construcción, parte de la cual consistió en cortar unos 470 metros de roca en un precario acantilado, la carretera de 7 kilómetros finalmente permitió transportar y vender productos agrícolas en las ciudades. Los ingresos en Shibanhe aumentaron significativamente.
Con sus paisajes únicos, el pueblo ahora planea convertirse en una base para acampar al aire libre centrada en el turismo rural.