La protección ecológica enverdece la meseta Qinghai-Tibet (3)

Pueblo en Línea  2021:08:31.15:42

Jiang Feng y Chungda Drolkar, periodistas de Diario del Pueblo

El Tíbet es ahora una de las regiones mejor conservadas ecológicamente del mundo, gracias a los esfuerzos del gobierno para mejorar la gobernanza ecológica y ambiental del Tíbet y proteger la biodiversidad en la meseta de Qinghai-Tíbet durante mucho tiempo, con énfasis en la ecología y desarrollo verde, con el fin de proteger eficazmente la ecología del tercer polo.

"Hay cambios todos los días". Así es como Padma Chog, de 54 años, describe el entorno en constante cambio en la región autónoma del Tíbet. Ella es tibetana y uno de los 70 guardabosques del Parque Nacional del Humedales de Yani en el Tíbet. Su trabajo diario es seguir las huellas de los animales salvajes y el estado de crecimiento de las plantas.

En el pasado, la arena siempre quedaba expuesta en el lecho del río Yarlung Zangbo debido a la caída del nivel del agua después de la temporada de lluvias, tierra que se elevaba en el aire con el viento. Además, la frecuente excavación de arena agravó el deterioro del medio ambiente. “Después del establecimiento del parque de humedales en 2016, el zumbido de las excavadoras de arena desapareció”, dijo Tsering Drolma, jefe de la oficina de gestión del Parque Nacional de Humedales de Yani.

La conservación ecológica requiere garantía institucional. El Tíbet ha promulgado más de 60 regulaciones, incluidas las Regulaciones de Protección Ambiental de la Región Autónoma del Tíbet. En enero de 2021, la Asamblea Popular de la Región Autónoma del Tíbet adoptó las primeras regulaciones generales del Tíbet para construir una civilización ecológica.

El área central de la Reserva Natural Nacional del Monte Qomolangma ya no está abierta a los turistas sin un permiso de escalada. El Tíbet ha prohibido todos los cruces ilegales en la Reserva Natural Nacional de Chang Tang y ha suspendido los servicios turísticos al glaciar Purog Kangri. Estas decisiones se tomaron con el fin de preservar valiosos recursos para las generaciones futuras.

El Tíbet ha invertido 81.400 millones de yuanes en protección ecológica y ambiental hasta 2020. Hoy, las reservas naturales cubren el 38,75% del área de la región autónoma, y se ha establecido una línea roja en protección ecológica, que cubre un área de 608.000 km2. Más de la mitad de la región autónoma está protegida según los estándares más estrictos.

Además, la tasa de cobertura vegetal total de los pastizales naturales ha alcanzado el 47% y la superficie de los humedales asciende a 6.529 millones de hectáreas. Por tanto, la biodiversidad está bien protegida. Además, la calidad del agua de los principales lagos y ríos se mantiene en un nivel alto. La calidad del aire fue buena el 99,4% de los días en la región autónoma el año pasado.

La prefectura de Ngari en el Tíbet, apodada la "cima del techo del mundo", es conocida por su bajo contenido de oxígeno, clima frío, aridez y falta de vegetación. Es por eso que la gente local aprecia mucho los árboles. La tundra está 6-7 cm por debajo de una pradera. Es muy difícil plantar árboles porque no pueden sobrevivir sin medidas que les permitan resistir el frío, el viento y los rayos ultravioleta durante los 6 meses de invierno.

La reforestación está plagada de dificultades. Hace unos años, un proyecto de irrigación de un canal clave cerca del río Gar hizo un desvío solo para evitar bosques centenarios con más de 1.500 sauces rojos, aunque esto extendió el período de construcción y aumentó el coste del edificio. Ni un solo sauce sufrió las consecuencias de la construcción.

En 2016, muchos institutos de investigación científica y empresas, movilizados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el gobierno de la Región Autónoma del Tíbet, iniciaron esfuerzos de reforestación a gran altitud en Nagqu.

Se han presentado 29 patentes en los últimos cinco años, que cubren la mejora varietal, optimización de la fertilidad del suelo, planes de manejo innovadores, cortavientos, rellenos, geomembranas y redes solares. En la actualidad, se han plantado más de 300.000 árboles en una base de demostración de investigación de forestación clave en Nagqu. Más del 75% de los árboles han sobrevivido al invierno.

Según la Oficina de Silvicultura y Pastizales del Tíbet, durante la implementación del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), la región autónoma plantó árboles en 5,9648 millones de mu (397.653 hectáreas), lo que elevó la cobertura forestal al 12,31%. Se han plantado un total de 269.000 mu (17.933 hectáreas) de bosques en las cuencas de los ríos Tsangpo Yarlung, Nujiang, Lhasa, Nyangchu, Yalong y Shiquan.

Durante el período del XIII Plan Quinquenal, la tasa de tratamiento de aguas residuales urbanas en la región autónoma alcanzó el 96,28%, frente al 50,19% anterior. En las ciudades por encima del nivel de condado, el 97,34% de los residuos locales se trató de forma segura. Una serie de medidas, incluida la revolución de los inodoros, la sustitución de la leña y la mejora del medio ambiente, están ayudando a construir bonitos pueblos y revitalizar las zonas rurales de la meseta.

El desarrollo verde bajo en carbono está ahora de moda en el Tíbet gracias a la conciencia general. Las energías limpias contribuyeron casi en un 90% a la capacidad instalada de producción de electricidad en el Tíbet hasta finales de 2020. Entre 2015 y 2020, se transmitieron 6.500 millones de kwh de electricidad producida por energías limpias.

Los esfuerzos de reforestación han convertido las aguas lúcidas y las exuberantes montañas en un verdadero tesoro. El encantador paisaje atrae a muchos turistas al Tíbet. El turismo rural creó, directa o indirectamente, 86.000 puestos de trabajo para los agricultores y pastores tibetanos hasta 2020, y generó un ingreso anual adicional de 4.300 yuanes per cápita.