¡La madre de trillizos gravemente enferma con COVID-19 llega a casa! Finalmente puede abrazar a sus hijo ...
"¡Mamá, has vuelto!" "Nosotros también te hemos echado de menos" "Debes estar agotada"
Esta fue una escena tranquila y cálida, una escena de reencuentro, pero la historia detrás de ella hizo llorar a la gente.
El 19 de noviembre, 100 días después de un parto seguro en Ruili, provincia de Yunnan, una paciente gravemente enferma con COVID-19, regresó a casa después de una larga hospitalización en la que pasó por una cirugía de parto, rehabilitación posparto y un periodo de aislamiento. Además, por primera vez pudo abrazar a sus tres hijos.
Este verano, Zi Rong, de 29 años, y sus hijos experimentaron una emocionante prueba de vida o muerte.
Zi Rong, a quien se le diagnosticó COVID-19 el 9 de julio, ingresó en un hospital designado embarazada. En ese momento, Ruili no cumplía las condiciones médicas para garantizar un parto seguro de sus trillizos, sin mencionar que todavía estaba gravemente enferma, con muchos peligros y dificultades, y Zi Rong sintió que el cielo estaba a punto de colapsar encima suya.
En el hospital tuvo hasta 40 grados de fiebre, "perdí la consciencia y apenas podía respirar". En el momento en que estaba más indefensa, el Equipo Integral del Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado acudió al grupo de trabajo de Yunnan para realizar consultas conjuntas urgentes. Desde Beijing, Nanjing, Guangzhou, Kunming y otros lugares, más de 30 expertos en respiración se trasladaron urgentemente a Ruili para ofrecer un diagnóstico y tratamiento conjunto.
El 11 de agosto, Zi Rong, cuando ya había mejorado, fue trasladada a un quirófano de aislamiento temporal construido especialmente para ella. A las 10:08 de ese día, con un llanto continuo, sus tres bebés nacieron sin problemas y todos dieron negativo en las pruebas de ácido nucleico.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)