Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 8 dic (Xinhua) -- El Instituto Confucio de La Habana comenzó el curso 2021-2022, luego de estar suspendidas las clases durante casi dos años como consecuencia de la pandemia del nuevo coronavirus en Cuba.
Ubicado en el corazón del Barrio Chino de La Habana, la institución, que acaba de cumplir 12 años de fundación, ofrece cursos presenciales, virtuales e híbridos a unos 250 estudiantes, quienes además del idioma chino pueden recibir lecciones breves de gramática para reforzar el conocimiento de esa lengua.
"El Instituto se vio obligado a cerrar las clases presenciales como efecto de la pandemia y ahora comenzamos con el curso Básico I para retomar el ritmo de la docencia", explicó a Xinhua la directora de la institución, Yorbelis Rosell, quien posee un doctorado en ciencias de la información por la Universidad de La Habana.
La académica afirmó que entre los cubanos hay un gran interés por conocer el idioma, aunque la matrícula presencial está limitada ahora por la falta de profesores chinos, ocho de los cuales deben llegar a Cuba en enero próximo para incorporarse a su claustro.
Para paliar un poco esa dificultad, comenzaron a impartir cursos en línea con muy buena aceptación, como post grados referidos a la medicina tradicional china y al panorama de la cultura china, que tuvieron más de un centenar de estudiantes.
Las clases hasta el momento son impartidas por profesores cubanos, jóvenes egresados de la institución que alcanzaron un buen dominio del idioma, como el caso de Raquel Toranzo, una muchacha de 23 años que hace dos años fue la graduada más integral.
Licenciada en enseñanza de lenguas inglesa y francesa por la Universidad Pedagógica de La Habana, Toranzo llevó de manera paralela sus estudios universitarios con el aprendizaje del chino en el Instituto Confucio.
"Se siente muy bien regresar a las aulas después de casi dos años de pandemia", afirmó la joven profesora durante un descanso de la clase que imparte a un grupo de alumnos tan jóvenes como ella.
Toranzo está convencida de que el idioma chino llegó a Cuba para quedarse, en especial "ahora que la Iniciativa de la Franja y la Ruta avanza por todo el planeta y está en Latinoamérica".
Otro ejemplo es el estudiante de física en la Universidad de La Habana, el joven Joel Domínguez, quien comparte su tiempo entre la física y el aprendizaje del idioma chino, dos actividades que confesó son su gran pasión.
"Considero que estudiar chino es muy importante para cualquiera que sueña con ser científico, pues ese país se ha convertido en un puntero de la investigación científica mundial", afirmó Domínguez, quien tuvo una primera aproximación a esa lengua cuando estuvo matriculado en los cursos para niños que ofrece el Instituto Confucio de La Habana.
Por su parte, la alumna Rachel Alfonso, quien también aspira ser una buena profesional, señaló que se acercó al idioma chino como una vía para aproximarse a la cultura china, a la que considera como de "gran atractivo para los cubanos".
Alfonso, quien es estudiante de la licenciatura de higiene y epidemiología en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, estimó que conocer el idioma chino le facilitará también entender la idiosincrasia de un pueblo milenario.
Salta a la vista la juventud de los matriculados en el Instituto Confucio, que en sus 12 años de existencia se ha convertido en una institución que difunde la cultura de una nación lejana geográficamente, pero muy cercana en la historia y la cotidianidad de los cubanos.
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)