Estados Unidos no está en condiciones de dar conferencias sobre democracia

Pueblo en Línea  2021:12:09.11:27

(Dibujos animados de Lu Lingxing)

El 9 de diciembre, Estados Unidos celebrará su llamada "Cumbre por la Democracia". Sin embargo, la comunidad internacional cree en general que Estados Unidos ha perdido la "autoridad moral" a la hora de compartir su "experiencia democrática" con el mundo.

Una encuesta realizada por el Pew Research Center en junio de 2021 indicaba que en Alemania, solo el 14% de los encuestados pensaba que valía la pena aprender de la democracia estadounidense, y las encuestas realizadas en Francia, Reino Unido, Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda mostraba resultados similares. The Washington Post señaló que la democracia estadounidense se ha derrumbado a los ojos de los aliados de Estados Unidos y ahora se ha convertido en una cosa del pasado.

Los análisis mostraron que el motín del Capitolio que tuvo lugar a principios de 2021 marcó el estallido de la burbuja del mito de la democracia estadounidense. Negándose a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, manifestantes violentos irrumpieron en el Capitolio, que se considera una piedra angular de la democracia estadounidense, rompiendo una puerta para ingresar al Capitolio y pisoteando su letrero.

Después de los disturbios en el Capitolio, al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le prohibió el acceso a las redes sociales de Estados Unidos. Richard Nathan Haass, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, señaló que después de la farsa, Estados Unidos ya no era "una ciudad brillante en la colina".

Las manzanas podridas provienen de árboles podridos. El motín del Capitolio fue más un síntoma de disfunción en la democracia estadounidense que la razón de su colapso.

La democracia no es un servicio de boquilla; se trata de resolver las inquietudes de la gente. En EE.UU, el número de muertes confirmadas por COVID-19 ha superado el número de estadounidenses que murieron en cualquier guerra iniciada o comprometida por EE.UU en su historia; los grupos de minorías étnicas se enfrentan a la discriminación racial en la educación, el empleo y la atención médica; decenas de miles de estadounidenses mueren cada año a causa de la violencia con armas de fuego; los niños migrantes se mantienen en habitaciones pequeñas bajo custodia fronteriza de Estados Unidos en la frontera entre Estados Unidos y México. Una encuesta ha indicado que más del 80% de los estadounidenses están insatisfechos con la situación democrática en Estados Unidos.

La práctica de los políticos estadounidenses, que hacen todo lo posible para cortejar a los votantes durante las elecciones mientras descuidan sus necesidades después de ganar las elecciones, muestra que la democracia estadounidense es solo una ilusión inalcanzable. En 1988, George H. W. Bush, el vicepresidente de Estados Unidos y candidato a la carrera presidencial del país, se comprometió a no cobrar más impuestos nuevos. Solo dos años después de asumir la presidencia de Estados Unidos, admitió que su gobierno tomaría una serie de medidas para restaurar la economía de Estados Unidos, incluidos aumentos de impuestos.

George H.W. Bush no fue el único presidente estadounidense que asumió compromisos poco realistas para ganar las elecciones y, al mismo tiempo, hizo la vista gorda a sus compromisos después de convertirse en presidente de Estados Unidos.

Las estadísticas indicaron que Barack Obama hizo 533 compromisos de campaña, pero solo cumplió el 48% de ellos, mientras que Donald Trump cumplió solo el 21% de los suyos. Los votantes fueron apreciados y se les prestó atención solo durante las elecciones presidenciales. Después de eso, a nadie le importaba lo que necesitaban.

Cuando era candidato presidencial, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que ofrecería "unidad y sanación" y pidió un enfoque moderado para revivir la economía de Estados Unidos, pero según los medios de comunicación estadounidenses, Biden ahora está adoptando un enfoque agresivo. Según The Hill, un sitio web político de EE.UU, al hacer este giro de 180 grados en su actitud hacia los compromisos de campaña durante la campaña presidencial y después de convertirse en presidente de EE.UU, hizo que el gobierno de EE.UU. fuera menos confiable a los ojos del público en general.

El hecho es que la política estadounidense se ha polarizado. La sociedad estadounidense se ha desgarrado y el gobierno de EE.UU es incapaz de administrar los asuntos internos del país de manera adecuada. Los medios de comunicación estadounidenses señalaron que cualquiera que sea el partido en el poder, su reacción a las necesidades del país y de la gente está provocando ira, hostilidad, odio y cinismo.

La democracia estadounidense está llena de lagunas, pero sigue burlándose de los países que encuentran un modelo democrático adecuado para ellos. La democracia estadounidense es hipócrita, no ha funcionado correctamente, se está deteriorando y está llena de mentiras y formalismo. No es el modelo del que el mundo puede aprender.