Por Ma Zhiping
La vida cotidiana de los gibones de Hainan, que habitan en el corazón de las selvas tropicales, comienza alrededor de las 6 de la mañana cuando los jefes masculinos de las cinco familias restantes comienzan el silbido alto y melodioso que resuena a través de los espesos bosques cubiertos de nubes. La llamada llega a los aldeanos que residen en los valles, entre 800 y 1.200 metros más abajo.
"El silbido, que los zoólogos interpretan como una forma para que cada familia marque su territorio, se vuelve más rico y armonioso a medida que las matriarcas y otros miembros de la familia se unen al coro. Es el ejemplo más conmovedor de canto grupal demostrado por las 20 especies de gibones que hay en el mundo", explica Chen Qing, un leñador convertido en guardabosques que recientemente se retiró después de trabajar durante más de 37 años en la Reserva Natural Nacional Bawangling de Hainan.
Establecida en 1988 y con 300 kilómetros cuadrados, Bawangling es el único hábitat del nomascus hainanus o gibón de Hainan. Este primate actualmente tiene una población de apenas 35 ejemplares, divididos en cinco familias.
Bawangling forma una parte clave del Parque Nacional de la Selva Tropical de Hainan, la selva tropical mejor conservada del país, que cubre 4.269 kilómetros cuadrados, una séptima parte de la isla. Más del 95 por ciento del parque es bosque virgen y alberga 3.653 especies de plantas vasculares silvestres y 540 especies de vertebrados terrestres.
Los encantadores sonidos producidos por los gibones están siendo grabados en tiempo real y transmitidos mediante 50 dispositivos de alta tecnología montados en los árboles a un terminal de almacenamiento en la nube. Con el objetivo de proteger mejor las especies emblemáticas del parque mediante el uso de los datos acústicos para interpretar su lenguaje, el Instituto de Investigación del Parque Nacional de Hainan y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza iniciaron en enero del año pasado este fabuloso proyecto, destacó Wang Jichao, director de la investigación y vicedecano de la Facultad de las Ciencias de la Vida de la Universidad Normal de Hainan.
"Los dispositivos se basan en la tecnología Tech4Nature de Huawei y son capaces de reconocer automáticamente el sonido de los gibones de Hainan. Cuando uno de los gibones emite un sonido, se autoactivan y comienzan a grabar", detalla Wang.
Este sistema de Huawei se está utilizando en 30 parques nacionales de todo el mundo y ha ganado premios en Naciones Unidas por su destacada contribución a la protección de la naturaleza.
Clasificación de las señales vocales
"Los gibones de Hainan, que son todos de un color dorado al nacer, viven en los árboles toda su vida, y la mayoría de sus movimientos son similares a los de los seres humanos. Sus brazos son mucho más largos que sus piernas, y buscan alimentos, frutas, huevos de aves, hojas de árboles jóvenes e insectos en el dosel a unos 15 metros sobre el suelo", explica Chen, quien está familiarizado con la mayoría de las especies y plantas de la selva tropical.
"En un momento dado, la población de gibones se redujo a menos de 10 y apenas habían dos familias en la década de 1980. Se asustaban fácilmente y vivían en un entorno frágil. Pero en los últimos años, se han vuelto más audaces. Ahora nos miran con curiosidad desde pocos metros de distancia si nos encontramos con ellos durante nuestras encuestas diarias".
Sin embargo, todavía es difícil rastrear los gibones. La protección sigue siendo un desafío, y Wang asegura que la forma más efectiva de rastrear los gibones es mediante el sonido.
"Al igual que los humanos, los gibones de Hainan producen señales vocales que se pueden descifrar para identificar individuos específicos. Los avances en los métodos automatizados de recopilación de datos acústicos, incluida la transmisión inalámbrica y el almacenamiento en red, pueden ayudar a establecer una base de datos acústica de los gibones y otros vertebrados, y ayudar a los investigadores a dibujar una imagen de la estructura lingüística y los patrones de comunicación", añade. "El análisis de los datos, combinado con el monitoreo de imágenes conductuales, nos ayudará a aprender más sobre su estilo de vida y sobre las formas en que expresan emociones como la alegría, la ira y la tristeza".
Los dispositivos de monitoreo acústico no tienen luces para no interferir con las criaturas en los bosques. Por eso son adecuados para operaciones a largo plazo, a gran escala y en tiempo real y una herramienta muy popular de monitoreo de la biodiversidad, tanto en el país como en el extranjero.
Análisis de datos
Durante los próximos seis meses, Wang y su equipo trabajarán con expertos en almacenamiento en la nube, algoritmos de IA y programas de análisis de huellas de voz, incluido el sistema Huawei.
Ellos compilarán un informe inicial sobre las características de voz de los gibones, y tratarán de interpretar su comportamiento diario y determinar con mayor precisión dónde viven.
"Se espera que la base de datos se complete en tres años. Desempeñará un papel importante en la investigación biológica integral y el trabajo de conservación de gibones y otras especies raras en las selvas tropicales de Hainan", puntualiza Wang. Y recuerda que el proyecto de monitoreo acústico es el primero de su tipo en China que está concebido para rastrear todas las principales especies raras en una sola área protegida.
Para monitorear las especies emblemáticas en cada área, en varios parques como el Parque Nacional del Leopardo y el Tigre, en la Reserva Natural Xishuangbanna de Yunnan y las reservas de pandas gigantes, se han instalado sistemas integrados de monitoreo, incluidos satélites de teledetección, vehículos aéreos no tripulados y equipos terrestres.
En el futuro, la investigación sobre la conservación del gibón de Hainan se puede extender para interpretar su comportamiento más allá de la simple comunicación.
La forma en que eligen una pareja, por ejemplo, puede ayudar a profundizar la comprensión de la evolución humana. También los investigadores propusieron recopilar datos fenológicos, incluidas las variedades de árboles frutales que prefieren los gibones, e información sobre sus depredadores y competidores.
Desde 2005, Hainan ha restaurado más de 330 hectáreas de hábitat de gibón, plantando alrededor de 300,000 árboles que crecen los frutos o las hojas que come la especie, y el hábitat protegido se ha expandido de 21,4 kilómetros cuadrados en la década de 1980 a 4,269 kilómetros cuadrados en la actualidad, según la administración del parque.
La recuperación constante de la población de gibones en Hainan evidencia los logros de China en la protección ecológica y ambiental.
“Los esfuerzos de conservación de la provincia han renovado la confianza en la futura protección de los primates en peligro de extinción en todo el mundo”, manifestó Jane Smart, directora global del grupo de conservación de la biodiversidad de la UICN.
Por su parte, el profesor Tang Yanfei, director ejecutivo del Instituto de Investigación del Parque Nacional de Hainan, resaltó que de acuerdo con el plan de acción de protección del gibón de Hainan, la provincia establecerá un sistema de monitoreo profesional y fortalecerá la cooperación nacional e internacional en la investigación de la protección del gibón y el desarrollo comunitario sostenible.
Tang cree que con el nuevo progreso en la investigación científica, la restauración del hábitat y las mejoras en los corredores ecológicos de la selva tropical, el número de gibones en Hainan debería duplicarse para 2035 hasta los 60-70 ejemplares.