LIMA, 27 ene (Xinhua) -- El derrame de alrededor de 6.000 barriles de petróleo en la costa peruana del Callao (centro-oeste) ha dejado claras afectaciones a la vista, como playas oscuras y aves muertas, pero también es posible que haya generado importantes daños en el fondo marino, advirtió hoy jueves el especialista Luis Icochea.
El director del Departamento de Manejo Pesquero y Medio Ambiente de la Facultad de Pesquería de la Universidad Nacional Agraria La Molina alertó en conversación con Xinhua que "definitivamente" hay un "daño ambiental" que no va a ser tan fácil recuperar del todo.
"Se va a recuperar de repente lo que vemos, es decir, la superficie del mar y la playa, pero ¿Qué ha pasado ya en el fondo del mar? Hay que hacer un estudio y ver si hay vida (marina)", señaló Icochea.
El derrame en el mar de los miles de barriles de crudo se produjo el pasado 15 de enero de un buque que descargaba en un ducto de la refinería La Pampilla, en el distrito de Ventanilla, en el Callao, operada por la compañía española Repsol, con saldo de afectaciones en 1,8 kilómetros cuadrados de costa y 7,1 kilómetros cuadrados de mar.
Icochea sostuvo que como se conoce, el petróleo que afectó una veintena de playas daña a especies en el exterior, pero también las que se encuentran aguas abajo.
"Lo peor de todo es que como el petróleo flota hace una capa negra en la superficie, entonces la luz solar no penetra y al pasar esto, la actividad primaria como el fitoplancton que necesita de la energía solar no le llega y comienza a morirse", explicó.
El especialista en oceanografía pesquera y contaminación marina agregó que luego, al "sedimentarse lo muerto", puede comenzar a producir "una mortandad de todo lo que pueda estar cerca", sean peces u otras especies marinas.
El entrevistado aclaró que en un principio el crudo no hace daño a la columna de agua, pero conforme pasa el tiempo "va desintegrándose" y comienza a ser sedimento, por lo que empieza "a dañar la columna de agua para las especies filtradoras".
"Hay muchos mariscos, conchas, almejas, conchas de abanico que podrían haber ahí y son especies que filtran el agua, entonces lo que van a consumir les va a hacer daño", agregó.
Enfatizó que este daño aún no se produce, pero "si no se combate y no se trata de recuperar" el crudo lo antes posible pueden acrecentarse las afectaciones.
En opinión del docente universitario, es posible recuperar las zonas de mar y costa "con un gran esfuerzo", aunque para ello se requieren equipos especiales suficientes como los de limpieza marina.
Dijo que si hay ese "esfuerzo enorme" se podría hacer la limpieza para finales de febrero, como señala la empresa, aunque consideró necesario que instituciones y universidades realicen muestras para determinar el grado de contaminación que puede quedar.
Para Icochea, el muestreo debe ir desde extraer plancton con redes para ello, así como ver cuál es su contenido.
El ambientalista añadió que la zona donde se derramó el petróleo "no es la más abundante en pesca", pero se han visto afectados "los verdaderos pescadores artesanales, que son los que pescan con anzuelos desde la playa o tienen pequeños botes con una red chiquita".
"Ya impactó a los actuales habitantes (marinos) de esa zona, que a veces no son los que consume el hombre de forma directa, pero sí son parte de la cadena alimenticia. Entonces no se tiene una idea clara de cuál va a ser (el impacto)", subrayó Icochea.
"El daño ya está hecho, el ambiente ha quedado malo, entonces que se recupere en el sentido de que vuelvan a haber especies va a tardar", lamentó el entrevistado.
El Estado peruano sostiene que trabaja "frontalmente" en la recuperación del litoral, mientras que Repsol asegura estar "colaborando estrechamente" al disponer de más de 2.000 personas para la limpieza, 73 unidades de maquinaria pesada y nueve equipos de limpieza marina.
(Web editor: Zhao Jian, 周雨)