Un coro de niños de la provincia de Hebei entonó el Himno Olímpico en la letra griega original, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.
Los 44 miembros del coro son estudiantes de escuelas primarias rurales del condado Fuping, anteriorme golpeado por la pobreza.
Desde el 2004, la jubilada Deng Xiaolan ha estado viajando a la aldea Malan, en Fuping, como profesora voluntaria que imparte música.
Deng demora un promedio de siete horas en llegar desde Beijing a Malan. A pesar de los obstáculos, Deng descubrió que los niños tenían talento y les bastaban unas pocas lecciones para entonar con precisión.
Deng también les llevó una gran variedad de instrumentos musicales para que pudieran aprender al máximo. En los últimos 18 años, Deng estuvo con ellos al menos seis meses en un año. En 2013, el entusiasta profesor preparó un concierto en Malan para que los jóvenes sintieran la magia de la música.
Mientras los niños estaban aprendiendo el Himno Olímpico, junto al profesor de griego, Deng los ayudaba a encontrar métodos más efectivos para memorizar la letra.
Cuando Deng, que tiene casi 80 años y nació en Fuping, vio la actuación de sus estudiantes durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, afirmó que le habría gustado mucho compartir la emocionante noticia con su padre, Deng Tuo, ex presidente del Diario Jinchaji con sede en la aldea Malan, uno de los predecesores del Diario del Pueblo.
La historia de reducción de la pobreza en Fuping es inspiradora. En 2014, de las 209 aldeas de Fuping, habían 164 aldeas que sufrían altos niveles de pobreza. Cerca de 108.100 lugareños vivían por debajo del umbral de pobreza y la incidencia de la pobreza era del 54,37 por ciento.
En febrero del 2020, Fuping erradicó la pobreza y muchos de los estudiantes de Deng han logrado graduarse de universidades chinas.