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Desinformación contra China, el arma geopolítica de Washington con el pretexto de la llamada "libertad de prensa"

Xinhua  2022:02:24.08:38

BEIJING, 23 feb (Xinhua) -- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la ley America Competes, que designa 500 millones de dólares para la cobertura de noticias para difamar a China. La medida hace que se cuestione cómo el autodeterminado "faro de la libertad de prensa" sea capaz de manipular abiertamente a los medios en un intento de minar a China dentro de lo que se ha dado en llamar una "competencia de gran potencia".

La ley, aprobada a principios de este mes como una política industrial para la producción de semicondurctores y la recuperación de la cadena de suministro, proveerá de recursos a la Agencia estadounidense Global Media, un servicio informativo de EE. UU., así como a servicios y programas para producir un tipo de periodismo crítico contra China, en especial contra la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Desde la guerra entre España y EE. UU. y la Primera Guerra Mundial hasta la Guerra Fría, la del Golfo e Irak, la propaganda fabricada por Washington ha sido omnipresente. Estos días, la campaña de desinformación estadounidense contra Beijing es un recordatorio de su libro guía usado durante la Guerra Fría, cuando denigraba a la Unión Soviética a través de los medios masivos, en un histeria atizada sobre la "amenaza comunista", en un boicot contra los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980.

El año pasado, The Herald de Zimbabue reveló que periodistas locales presuntamente recibieron por parte de elementos cercanos a la embajada de EE. UU. una oferta de 1.000 dólares estadounidenses por cada nota en contra de China que escribieran con el fin de mostrar a las empresas chinas basadas en el país como poco éticas, irresponsables y dañinas para las comunidades locales.

Según el diario, "por celos, envidia y provocación, los países occidentales han comenzado una enérgica campaña contra las inversiones chinas en Zimbabue utilizando una falange de medios corruptos, activistas pagados y organizaciones de la sociedad civil".

No es coincidencia que en septiembre de 2021 Javier García, entonces delegado jefe de la española agencia de noticias Efe, anunciara su decisión de dejar el periodismo porque "la vergonzosa guerra informativa contra China ha tomado una buena dosis de mi entusiasmo por esta profesión".

Esta vez, la ley afirma que la cobertura mediática financiada por Estados Unidos sería "independiente". Teniendo en cuenta que los informes de noticias están patrocinados por Washington con el objetivo preciso de desplazar la inversión china en los países en desarrollo y difamar los proyectos de China, la afirmación no tiene sentido.

"Si un gobierno establece con anticipación en la legislación cuál será la conclusión y el punto de cobertura, eso realmente no califica como periodismo genuino", opinó Tobita Chow, director de la estadounidense Justice is Global, citado por la revista American Prospect.

Al difundir información errónea y desinformación en los medios tradicionales y las redes sociales, Washington está tratando de encerrar a las audiencias nacionales y extranjeras en cámaras de eco basadas en su mentalidad de la Guerra Fría.

Sin embargo, su viejo libro de instrucciones ya no es efectivo en el mundo actual, donde la verdad y la multipolaridad prevalecen sobre la mentira y el hegemonismo.

Obsesionado con entrometerse en los asuntos internos de otros países, Estados Unidos no ha logrado comprender por qué las empresas y las inversiones chinas en el extranjero continúan prosperando.

La razón es que China siempre ha defendido los principios de consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos al asociarse con otros países y se abstiene de injerencias internas.

Mientras tanto, si Washington espera crear alguna ventaja competitiva para su inversión extranjera, debería proporcionar préstamos mutuamente beneficiosos a los países en desarrollo en lugar de centrarse estrictamente en sus propios intereses y gastar dinero en difamar a China.

Entre el plan de infraestructura propuesto por China y las versiones de Estados Unidos y la Unión Europea, muchos países de bajos y medianos ingresos prefieren la inversión china, ya que los países ricos, que ven a los países en desarrollo como de alto riesgo y baja recompensa, suelen imponer condiciones onerosas que retrasan la implementación de los proyectos y aumentan los costos, según un artículo reciente de la revista The Diplomat.

El enfoque de China es diferente: habla en favor de los países en desarrollo y así obtiene su apoyo.

A raíz de la creciente retórica contra China, el presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, reiteró que las inversiones del país asiático son bienvenidas.

Además, en la encuesta Estado del Sudeste Asiático 2020 realizada por el Instituto ISEAS-Yusof Ishak de Singapur, que entrevistó a unos 1.300 encuestados de los Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, las actividades de China recibieron el visto bueno de la mayoría de los encuestados de siete de los diez países de la región.

Al financiar el periodismo como herramienta política, Washington se ha convertido en el mayor enemigo de la libertad de prensa, y su propaganda proliferará en los próximos años. Simplemente no compren ustedes nada de eso.

(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)

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