"¿Eres la 'señora de los globos' que dona dinero a estudiantes universitarios pobres? Eres una persona maravillosa. Quiero comprarte algunos globos".
En la mañana del 30 de agosto, una mujer china que vendía globos en Hefei, provincia de Anhui, al este de China, escuchó estas palabras una y otra vez y terminó vendiendo todos sus 50 globos en una hora.
"He traído solo 30 globos al día en los últimos días, ya que ha hecho mucho calor. Y no he podido venderlos todos hasta alrededor de las 11 a.m. Hoy, esas personas que leyeron las noticias sobre mí compraron los 50 globos en una hora”, dijo Peng Xia, la vendedora de globos. No esperaba que tanta gente hubiera leído su historia.
En los últimos años, Peng, que mide solo 1,1 metros debido a una discapacidad congénita, ha hecho donaciones a más de 30 estudiantes. Los internautas en China se refieren a ella cariñosamente como la "señora de los globos".
"Yo no soy la que necesita ayuda"
Aunque sufre enanismo y su esposo también sufre una discapacidad debido a una parálisis cerebral, Peng rechaza los pagos adicionales de las personas que le compran globos.
"No soy yo quien necesita ayuda", dijo.
“Una joven quería pagarme más dinero al principio. Después de que rechacé la solicitud, ella compró seis globos y dijo que esperaba ayudarme a mí y a esos estudiantes pobres de esa manera”, dijo Peng, y añadió que rechazó solicitudes similares de muchos clientes igualmente afectuosos en ese momento.
“Estoy muy agradecida por ese apoyo hacia mí, pero espero que puedan ofrecer ayuda a los estudiantes que realmente lo necesitan”, dijo.
Ella viaja en triciclo para comprar globos todas las noches y luego se levanta temprano a la mañana siguiente para venderlos. Ella y su marido ganan 2.000 yuanes (289,86 dólares) al mes y reciben una pensión de invalidez de más de 1.000 yuanes del gobierno, lo que eleva su ingreso mensual total a unos 3.000 yuanes. Los gastos de subsistencia mensuales de la familia son de alrededor de 2.000 yuanes, y el resto de sus ingresos lo donan básicamente a estudiantes pobres.
“Nuestra vida es simple y feliz. Mis suegros nos dejaron esta casa. Y no somos exigentes con la comida o la ropa”, dijo.
Recibe y da amor.
“Hemos recibido suficiente ayuda”, dijo Peng, “los trabajadores comunitarios a menudo nos visitan para preguntarnos si necesitamos ayuda. Dado que compro globos por la noche, los miembros del personal de la empresa de administración de propiedades que atienden a nuestra comunidad mantienen la puerta abierta especialmente para mi comodidad. Cuando vendo globos, a menudo me encuentro con personas de buen corazón que piensan que no es fácil para mí ganarme la vida y me preguntan si necesito ayuda”.
Sintiéndose agradecidos por la ayuda y el cuidado que han recibido, Peng y su esposo decidieron retribuir a la sociedad dentro de sus poderes individuales.
"En 2017, mi esposo y yo vimos en la televisión por primera vez que un estudiante con dificultades financieras buscaba ayuda para pagar la matrícula y decidimos ayudarlo", dijo Peng. Más tarde donaron 500 yuanes al estudiante.
Desde que hizo esa donación inicial de 500 yuanes, Peng se ha embarcado en un viaje benéfico constante, haciendo donaciones a una gran cantidad de personas y convirtiéndose en la "señora de los globos" que todos admiran. En los últimos años, ha acumulado más de 30 certificados de donación, mientras que la cantidad de sus donaciones ha aumentado gradualmente de 500 yuanes a 1.000 yuanes, e incluso a 3.000 yuanes.
Además de los certificados de donación, Peng también recibió una carta de agradecimiento de un estudiante al que ayudó. Dice: "Querida señora de los globos, ¿cómo estás? Esta puede ser una carta improvisada, pero quiero decirte que definitivamente le sucederán cosas buenas a las personas desinteresadas como tú".
Peng nunca ha querido interferir en la vida de los estudiantes a los que ha ayudado. "Lo que he hecho es muy simple. Y lo he hecho porque quiero que esos niños vayan a la escuela y espero que más personas puedan ayudar a los estudiantes pobres", dijo.
"Somos lo suficientemente felices"
Aunque es un desafío físico para ella hacer las tareas del hogar, Peng siempre mantiene su hogar limpio y brillante.
Hay un piano electrónico en el balcón de su casa, que es el único "lujo" de la familia, según Peng.
Desde el momento en que aprendió a tocar el piano eléctrico y a cantar en una sesión de capacitación para personas con discapacidades, la música se ha convertido en el mayor pasatiempo de Peng. En un esfuerzo por apoyar a Peng en la búsqueda de su pasatiempo, su esposo llevó a toda la familia a ahorrar dinero durante varios meses y finalmente compró el "gran lujo" para ella.
"Deberíamos vivir todos los días al máximo. Mantenerme optimista es mi mayor característica. Además de las tribulaciones, tenemos muchas otras cosas en la vida, como tocar el piano, cantar y ayudar a los estudiantes. Por estas cosas buenas, somos felices", dijo Peng.
La bondad y la visión optimista de la vida de Peng han tenido una gran influencia en su familia y en las personas que la conocen. Su hijo, que está en la universidad, trabaja a tiempo parcial mientras trabaja duro con sus estudios.
"Cuando obtuvo una beca, inmediatamente me llamó y me dijo: 'Mamá, toma el dinero de mi beca y úsalo para ayudar a los estudiantes que lo necesitan'", recordó Peng.
"Trato de donar dinero a varios niños cada año, básicamente 3.000 yuanes al año para cada estudiante universitario y 500 yuanes para cada estudiante de primaria", dijo, y añadió que continuará en este esfuerzo filantrópico.
"Tenemos un seguro de vejez y una pensión de invalidez del gobierno, lo que probablemente garantizará nuestras necesidades básicas de vida en el futuro", dijo.
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