La Policía Federal (PF) de Brasil impidió la entrada al país de 267 extranjeros de 26 países desde el inicio del Mundial de fútbol, debido a las acusaciones que pesan sobre ellos, informaron hoy fuentes policiales.
Los extranjeros que fueron impedidos de entrar a Brasil están acusados de ser miembros de hinchadas violentas de clubes de fútbol, investigados por crímenes en el exterior o sospechosos de pedofilia, según explicó la Policía Federal.
Los aficionados fueron impedidos de entrar en Brasil gracias a la integración de varias policías internacionales en un centro de cooperación preparado por la PF brasileña en Brasilia, con el objetivo de acelerar el intercambio de informaciones durante el Mundial.
El local en cuestión reúne 220 policías de los 31 países que disputaron el Mundial, además de Brasil, y cinco otros países invitados, así como miembros de la Policía Internacional (Interpol), Naciones Unidas (ONU) y otros organismos.
De los 267 extranjeros que no pudieron entrar en Brasil, 44 tenían sus nombres como miembros de las "barras bravas", las aficiones radicales argentinas.
Sus nombres estaban en una lista de 1.500 aficionados violentos que fue entregada por el gobierno argentino al brasileño antes del Mundial.
Un ciudadano estadounidense fue prohibido de entrar en Brasil al ser sospechoso de pedofilia. El resto de aficionados no pudieron pisar suelo brasileño por estar relacionados con actos de violencia en estadios de sus países, por tener la documentación irregular o incompleta o por no disponer de visado.