Por S.Fernando
MADRID, 13 jul (Xinhua) -- España dejará de ser en las próximas horas el actual campeón del mundo, y hoy recogerá su corona el favorito Alemania o el entusiasta Argentina, cuando ambos conjuntos se enfrenten en el mítico Maracaná, en una final sin Brasil.
Pero si a los españoles les espera una gran regeneración para volver a ser los mejores, a los anfitriones brasileños les ocurre lo mismo para tratar de regresar a ese fútbol exquisito y bello que siempre supieron hacer.
Hoy domingo, cuatro años y dos días después de proclamarse campeona del mundo en el Soccer City de Johannesburgo, España deja de ser la reina del fútbol mundial con la envidia de ver a alemanes y argentinos luchando por destronar a la "Roja".
También tiene la esperanza, a dos años vista, de volver a ser lo que fue en la Eurocopa de Francia, donde también se defiende título, y luego ya en 2018 en la cita mundial de Rusia. Lo que está claro es que ganar un Mundial cuesta mucho, muchísimo trabajo.
Sólo vale la propia realidad, y España tiene ahora que regenerarse tras el batacazo de Brasil, que fue la primera selección en abandonar el mundial.
Obviamente se anuncian cambios para el presente y el futuro, sobre todo sabiendo que hay calidad y buenos jugadores, aunque la salida de jugadores emblemáticos como Xavi Hernández, Xabi Alonso o David Villa son seguros.
Otras fuentes deportivas descartan una profunda revolución y aún con la incógnita de si seguirá Vicente del Bosque al frente de los actuales campeones de Europa.
España se queda con la corona europea. De momento ha perdido la mundial, pero su fútbol no puede desaparecer, lo mismo que le ocurre a Brasil.
Ambas selecciones afrontan un periodo de renovación, sabiendo que hay suficientes bases para edificar todo lo que se desee en el plano futbolístico, pues brasileños y españoles tienen mucho fútbol aún que demostrar.
España comienza su nueva etapa el 14 de septiembre, en un partido amistoso en París ante Francia, y Brasil está a la espera de si continuará su técnico Luiz Felipe Scolari, que tras perder ante Holanda por el tercero y cuarto puestos, salió muy "tocado".
Hoy, parte del mundo, unos 1.000 millones de televidentes, según cifras de la FIFA, verán la final de Mundial de Brasil, una final que si gana Argentina coronará al astro Leo Messi entre los mejores jugadores de la historia; es el único título que le falta por conquistar.
Sin embargo, los alemanes son favoritos con un equipo cohesionado y fuerte, y no van a permitir que Messi busque un hueco en la historia del fútbol ante la fortaleza germana.
Los ecos del 7-1 a Brasil se oyen por todas partes, se sabe muy bien como fueron eso goles, pero Argentina está llena de entusiasmo y fe, sabiendo que los alemanes son favoritos, pero que no es determinante este favoritismo para inclinar el partido a favor de los germanos.
Esta final recuerda a la de hace 24 años, cuando en aquella ocasión los alemanes se impusieron al equipo de Maradona, y ahora, comandados por Messi, quieren venganza.
En caso de ganar, la estrella argentina completará su relato y su historia, al lograr el único título que le falta: ser campeona del mundo.