El nieto de Jacques Cousteau vive bajo el mar |
fuente:agencias
Florida, 15/07/2014(El Pueblo en Línea)-Fabien Cousteau permaneció 31 días en el laboratorio submarino Aquarius, único en su tipo, superando a su abuelo, que en el 1963 estuvo 30 días bajo el mar.
Lo que Fabien, nieto del famoso oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, hizo cada día durante un mes fue levantarse, ponerse el traje de buzo y salir al océano.
"Nuestra rutina diaria comenzaba a las 5, 5.30 de la mañana, buceábamos de tres a cuatro horas en la mañana, tomábamos un descanso, y nos comunicábamos por Skype, hablábamos con la prensa, hacíamos algo de trabajo, y volvíamos a bucear a mediodía por otras tres horas", describe Costeau.
"Otro descanso a la tarde para más experimentos de laboratorio y finalmente otra sesión de buceo al atardecer por otras tres horas para estudiar la flora y la fauna del lecho marino a la noche. Al final del día, nos íbamos a la cama como a las 11 de la noche", dijo el submarinista.
Y así dormían, rodeados por el mar nocturno poblado de meros gigantes, barracudas, tiburones y toda clase de criaturas submarinas que podían ver desde sus ventanas.
El nieto de Jacques Cousteau vive bajo el mar
El laboratorio submarino Aquarius está ubicado a 20 metros bajo el mar en los Cayos de Florida y está gestionado por la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés).
Su estructura de 81 toneladas alberga seis literas, agua caliente, una pequeña cocina, aire acondicionado y computadoras. Tiene capacidad para alojar a seis personas.
Sin embargo, el objetivo de la misión era pasar la mayor cantidad de tiempo posible fuera de la base para llevar a cabo experimentos y para habituarse al entorno oceánico.
Además de que su récord pueda llamar la atención y ganar apoyos para la conservación de los océanos, la meta de la misión del joven Cousteau era reunir información útil para la ciencia.
"En realidad estábamos investigando toda clase de temas muy pertinentes como el cambio climático y la acidificación asociada de los océanos, como también la polución y los vertidos de fertilizantes", explicó el investigador.
El nieto de Jacques Cousteau vive bajo el mar
Además, añadió el expedicionario, hubo incluso algunos descubrimientos, que prefirió no revelar hasta que hayan sido debidamente analizados y cotejados.
Tras los 31 días y las varias horas del proceso de aclimatación, los submarinistas volvieron a la superficie y a ver la luz del sol.
"Volver a tierra fue un momento agridulce, sabía que vería a amigos y familiares, pero estaba dejando atrás un lugar fascinante", expresó Cousteau
Y entre otros detalles que destaca Cousteau de su experiencia, un dato que puede sorprender a los que vivimos en tierra firme: el fondo del mar no es, como podríamos imaginar, silencioso.
"La transición de un entorno muy ruidoso y colorido a uno de vacío cuando alcancé la superficie, el silencio y un par de personas esperándonos fue un poco decepcionante, confesó Fabien.