BEIJING, 16 jul (Xinhua) -- El sueño de los países en vías de desarrollo de formar un banco finalmente se materializó esta semana cuando el bloque de mercados emergentes BRICS anunció el martes el establecimiento de un banco de desarrollo y un arreglo sobre reservas de contingencia (CRA, siglas en inglés) en su sexta cumbre, que tiene lugar en la ciudad brasileña de Fortaleza.
El banco, creado por los cinco miembros del BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), tiene como objetivo "movilizar recursos para proyectos de infraestructura y de desarrollo sostenible en el BRICS y otras economías emergentes y en vías de desarrollo", tal como se expresó en la Declaración de Fortaleza.
Este estimulante resultado se debe a los esfuerzos conjuntos por parte de los miembros del BRICS para profundizar su cooperación económica y explorar sus potencialidades a través de medidas y métodos innovadores.
Esto disipa cualquier duda sobre la determinación de los países miembros de formar tal banco, y aumenta la confianza de los inversores en las capacidades de las economías emergentes.
De hecho, aunque se enfrentan a desafíos tales como un crecimiento económico lento, el incremento de la inflación, la fuga de capitales y la depreciación de la moneda debido al impacto de la crisis económica global, y la reducción de exportaciones hacia los países desarrollados, las economías emergentes están determinadas a tratar los vaivenes expandiendo su cooperación en más campos.
Por otra parte, las economías emergentes tienen la necesidad de aumentar las capacidades de innovación y la competitividad en el mercado global a través de la reforma de sus estructuras económicas y sus modelos de desarrollo desequilibrados.
Se espera que el banco de desarrollo del BRICS y el CRA ayuden a los países del BRICS a aprovechar su potencial de mercado y diversificar sus exportaciones, y ofrezcan más opciones para desarrollar sus economías a la vez que evitan riesgos.
Los dos mecanismos también servirán como apoyos útiles al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), fortaleciendo así el sistema financiero internacional y haciéndolo más equilibriado y justo.
El banco, que tendrá su sede en Shanghai, contará con un capital autorizado inicial de 100.000 millones de dólares estadounidenses, y su capital suscrito inicial de 50.000 millones de dólares será compartido equitativamente entre los miembros fundadores.
La porción compartida significa que cada país miembro tiene una responsabilidad igual y su cooperación se basa en una relación en pie de igualdad desde el principio.
El banco también presta atención a los países menos desarrollados en Africa, con un centro regional africano del banco en Sudáfrica.
Se espera que el banco facilite el comercio, promueva los lazos financieros, afronte los desafíos relacionados con los impuestos y aproveche el potencial de cooperación en más terrenos.