Tres activistas brasileños pidieron hoy asilo político en el consulado de Uruguay en Río de Janeiro después de que la justicia ordenara su ingreso en prisión de forma preventiva por "asociación ilícita" por haber participado en las protestas ocurridas desde el año pasado en Brasil.
Los tres activistas, Eloísa Samy, David Paixao y Camila Nascimento, son acusados por el Ministerio Público brasileño de "asociación ilícita" por su participación en las manifestaciones que han tenido lugar durante los últimos meses en el país.
Tras la orden de la justicia, revocando un hábeas corpus que se les había concedido tras ingresar cinco días en la prisión la semana pasada, los tres solicitaron asilo en el consulado de Uruguay, país vecino de Brasil.
Los tres acusados forman parte de una lista de 23 activistas que fueron detenidos el día antes de la final del Mundial de fútbol por la policía por temor a que provocasen altercados. Samy fue detenida en una protesta ocurrida en la víspera del partido, mientras que Paixao y Nascimento, pese a no ser arrestados, tenían sobre ellos la petición de prisión preventiva por los mismos motivos.
Hasta hoy, solo 5 de los imputados el pasado 13 de julio permanecen encarcelados y los 18 restantes siguen reclamados por la Justicia.
La cónsul uruguaya en Río de Janeiro, Miriam Fraschini, no facilitó ninguna información sobre el trámite de la solicitud de asilo político por parte de los tres activistas brasileños. Un abogado de ellos, Rogerio Borba, afirmó que los activistas tienen previsto pasar la noche de hoy en la legación diplomática a la espera de una respuesta del Gobierno uruguayo.
El magistrado Flávio Itabaiana de Oliveira Nicolau, del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, decretó la prisión preventiva debido a la alegada "peligrosidad" de los acusados que, en su opinión, suponen un "riesgo para el orden público".