El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva defendió hoy la política económica del Gobierno brasileño, de su sucesora en el cargo y aspirante a ser reelegida en octubre, Dilma Rousseff, y dijo estar "tranquilo" con el crecimiento del país.
En un acto en el estado de Sao Paulo (sureste del país), Lula aseguró que la economía brasileña, en desaceleración este año, sufre con el ritmo del comercio mundial y con la baja inversión a nivel interno, algo que, según él, está siendo combatido por el Gobierno con la puesta en marcha de obras.
"Tuvimos una crisis mundial que hizo al comercio del mundo disminuir y tenemos el problema de la inversión interna y ya fueron anunciadas obras, ya tenemos millones de reales colocados... Estoy muy tranquilo con el crecimiento de Brasil", afirmó el exmandatario.
Las palabras de Lula se producen el mismo día en que el Gobierno rebajó por primera vez sus previsiones para el crecimiento económico del país este año con respecto a 2013, cuando creció un 2,3 por ciento. El Ministerio de Planificación calculó la expansión para este año en el 1,8 por ciento, inferior al 2,5 por ciento previsto hace dos meses.
Lula salió en defensa de Rousseff, de quien dijo que "como toda mujer, es valiente", y destacó su "carácter y firmeza".
"Tenemos que levantar la cabeza y hacer una reflexión profunda para saber que el país tiene que continuar caminando hacia adelante y por eso no tengo ninguna preocupación. Conozco a Dilma. Pocas veces conocí en este país alguien con el carácter y firmeza de Dilma", dijo.