MADRID, 29 jul (Xinhua) -- El rey Felipe VI de España ha establecido una serie de normas que prohíben a los miembros de la familia real trabajar en el sector privado, a fin de cumplir la promesa que hizo en su proclamación el pasado 19 de junio de "encarnar una monarquía renovada para un tiempo nuevo".
Con estas medidas, el monarca español quiere que los miembros de la familia real sólo deban representar de forma institucional a la monarquía, con el objetivo de evitar situaciones como la habida por el escándalo de corrupción del caso Nóos, según afirmaron fuentes de la Casa Real, citadas hoy por la prensa local.
Al mismo tiempo, Felipe VI también ha marcado una decisión en relación a sus hermanas, las infantas Elena y Cristina. A partir de ahora no sólo las desvincula de las actividades habituales de la Casa Real, sino que les priva de los gastos de representación que hasta ahora percibían.
En tanto, las cuentas de la Casa Real se someterán a la intervención general del Estado que, mediante la firma de un tercer convenio, elaborará una auditoría externa y pública de las mismas, tal como ocurre en la mayoría de las casas reales europeas.
Además, Felipe VI ha encargado un régimen jurídico sobre los regalos que reciba la familia real.