BEIJING, 1 ago (Xinhua) -- El crecimiento del sector manufacturero de China se aceleró en julio hasta marcar su nivel más alto en más de dos años, lo que refuerza las señales de que la economía china se está fortaleciendo con las políticas de apoyo del gobierno del país.
El Índice de Gerentes de Compras (IGC) del sector manufacturero subió al 51,7 por ciento, frente al 51 por ciento de junio, según los datos oficiales publicados hoy viernes por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) y la Federación de Logística y Adquisición de China.
Un resultado superior al 50 por ciento indica expansión, mientras que uno por debajo de esa cifra muestra contracción.
La cifra, más alta de lo esperado, supone que el índice creció por quinto mes consecutivo. El IGC es un indicador importante de la situación de la segunda mayor economía del mundo y es ampliamente tenido en cuenta.
Un estadístico del BNE, Zhao Qinghe, atribuyó el avance a las políticas de estabilización del crecimiento aplicadas por el gobierno chino y a la mejora continua en el entorno exterior, lo que impulsó la producción y los nuevos pedidos.
En concreto, el índice de producción se situó en un 54,2 por ciento, el máximo en 2014, mientras que el de nuevos pedidos ascendió al nivel más alto desde mayo de 2012.
En particular, el IGC para las pequeñas empresas subió hasta el 50,1 en julio, la primera vez que supera el umbral de los 50 puntos desde abril de 2012.
Después de un inicio poco sólido este año, los legisladores del país han puesto sus esperanzas en la aceleración de los gastos fiscales y en la relajación selectiva de las políticas monetarias con el fin de apoyar el crecimiento económico.
En los primeros seis meses del año, los gastos fiscales totales subieron un 15,8 por ciento interanual, hasta los 6,92 billones de yuanes (1,12 billones de dólares). Sólo en junio, la cifra se elevó en un 26,1 por ciento, hasta los 1,65 billones de yuanes.
Además de la política fiscal proactiva, el país se ha concentrado también en mejorar la estructura crediticia con una política monetaria prudente y un crecimiento razonable de los préstamos como telón de fondo.
Debido, en parte, a estos esfuerzos, el crecimiento de la economía china dio señales de recuperación en el segundo trimestre, al situarse en un 7,5 por ciento, frente al 7,4 por ciento registrado en el primer cuarto del año.
Pero Zhao advirtió de que las bases para la recuperación de la economía real no son lo suficientemente sólidas, puesto que los pequeños negocios y las microempresas todavía tienen dificultades para acceder a fondos y afrontan elevados costes de financiación.
Para aliviar más los costes de financiación de la economía real, durante una reunión del Consejo de Estado el mes pasado se esbozaron diez medidas concretas, entre ellas un mayor apoyo a las pequeñas empresas a través de la refinanciación de los préstamos, la supresión de procedimientos redundantes y la retirada de cobros innecesarios para dar a las empresas de sectores específicos un acceso más fácil al dinero.
Con la mirada puesta en la segunda mitad del año, las autoridades chinas han señalado que van a seguir apostando por políticas macroeconómicas específicas para garantizar que el crecimiento económico se mantenga dentro de un rango apropiado.
"Si el IGC oficial logra sostener un ritmo por encima de 51,5 en agosto y septiembre, el crecimiento del PIB de China podría mantenerse en el 7,5 por ciento en el tercer trimestre", pronosticó Bank of America Merrill Lynch en un informe.