El parlamento recién elegido de Libia celebró hoy por la tarde su primera sesión en la ciudad oriental de Tobruk, en medio de los intensos enfrentamientos en Trípoli, capital del país, y en la ciudad oriental de Bengazi.
"Libia no es un Estado fallido", dijo el recién elegido parlamentario Abu Bakr-Baeira cuando tomó la palabra en la sesión. El parlamentario también pidió ayuda a la comunidad internacional. "Si la situación se sale de control en Libia, el mundo sufrirá", dijo.
La sesión se llevó a cabo mientras milicias rivales siguen luchando alrededor del Aeropuerto Internacional de Trípoli e intentan tomar el control del centro aeroportuario.
En Bengazi, la Operación Dignidad, emprendida por el general Khalifa Haftar contra los grupos militantes islámicos, todavía sigue en curso y aviones de combate están involucrados en el ataque a bastiones militantes.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, los enfrentamientos iniciados hace tres semanas han provocado la muerte de más de 200 personas y han dejado cerca de 1.000 heridos, además de miles de desplazados.
Tras la caída del régimen de Gaddafi en 2011, Libia sufre un vacío de seguridad mientras intenta desesperadamente lograr una transición política a la democracia.
El nuevo parlamento fue elegido en junio y reemplazará al anterior Congreso Nacional General. De los 200 escaños totales en el parlamento, 188 han sido ocupados y los restantes 12 no han sido asignados por boicots o por la inseguridad en algunos distritos electorales.