Zhou Hongyi, fundador de la compañía de software 360, participa en el "Ice Bucket Challenge". El reto, en el que los participantes se atreven a vertir un cubo de agua helada sobre su cuerpo, está dirigido a recaudar fondos para los pacientes con ELA, un trastorno neurodegenerativo. |
Pekín, 27/08/2014(El Pueblo en Línea)-Muchas celebridades en China esperan con ansiedad ser retadas, ojalá que por las estrellas más conocidas, para tomar parte en el desafío del agua helada.
Lo que comenzó como una campaña para ayudar a las personas con una rara enfermedad, lamentablemente se ha convertido en un acto circense acerca de quién es quién es, y con la industria mediática alentando el espectáculo para sus propios beneficios, al menos por ahora.
Lei Jun, CEO de Xiaomi Technology, se supone que fue el primer chino en probar el agua helada. Sin embargo, sus competidores incluyendo Victor Koo, presidente de Youku Tudou, se le adelantaron comenzando a mojarse sin necesidad de ser retados por nadie.
Lei combina esta nueva forma de caridad con la promoción de su negocio. Los comunicados de prensa en los que acepta el desafío, que nadie le pidió, contienen largas descripciones de su empresa y sus productos.
Si vemos el lado positivo, la ALS o esclerosis lateral amiotrófica, comúnmente conocida como enfermedad de Lou Gehrig, gracias a esta iniciativa ha recibido una enorme publicidad y ha logrado numerosas donaciones para la búsqueda de tratamientos y una cura para la enfermedad.
Sin embargo, para la mayoría de la gente el desafío ha adquirido un ambiente de telenovela y circo, alrededor de celebridades que "sufren" el impacto del agua helada golpeando sus privilegiadas cabezas.
En general, los artistas llevan la ventaja en estas exhibiciones.
Algunos han mostrado sus músculos bien tonificados, como el cantante y actor Andy Lau. La actriz Li Bingbing mantuvo su aplomo en todo momento, mientras que GEM, el cantante de Hong Kong causo sensación cuando su camisa mojada se convirtió en una prenda reveladora.
Otros, como la modelo y actriz taiwanesa Lin Chi-ling y su compatriota Chang Chen, decidieron donar dinero en lugar de aceptar el desafío, argumentando que en muchos lugares del mundo se necesita agua potable, y por ende no se puede estar desperciando en jueguitos mediáticos.
Los detractores del desafío critican que la diversión que genera y el culto a "lo célebre" que lo impulsa, amenazan con aplastar el propósito social de la iniciativa.
Algunos han tratado de mantenerse dignos y no sacar provecho publicitario de este circo mediático. Por ejemplo, Wang Sicong, hijo del fundador de Wanda Group, poco habló en el video-testimonio de su desafío y no reveló la cantidad que donó. Pero los medios de comunicación más tarde publicaron que había entregado 1 millón de yuanes (160.000 dólares), cifra que representa el 90 por ciento de los fondos recaudados en China, hasta la fecha.
El vídeo más emotivo es el de Doze Niu, un director de cine de Taiwán. Después de asumir el desafío, contó cómo su padre había sufrido de ALS, y el efecto que esto tuvo en su familia.
El cineasta recordó lo esencial: "Espero que esto no sea una moda pasajera y el mundo no se olvide de los que sufren enfermedades".