Volcán Tungurahua registra descenso en actividad eruptiva |
QUITO, 31 ago (Xinhua) -- El volcán ecuatoriano Tungurahua registra un descenso en el flujo de material sólido caliente conocido como piroclástico, tras la explosión de moderada intensidad ocurrrida la víspera por la noche, informó hoy el Instituto Geofísico de Ecuador.
El flujo de este material descendió por el flanco noroccidental del volcán que se sitúa en la región central del país sudamericano, lo que a su vez dejó un depósito en la cabecera alta de la quebrada de Mandur, difundió la institución a través de un reporte especial.
"Este flujo recorrió aproximadamente 1.500 metros bajo el borde del cráter y es el primero que ocurre en el período eruptivo que comenzó el 27 de julio de 2014", precisó el informe.
El macizo, de 5.029 metros de altura, inició el pasado 27 de julio un nuevo proceso de reactivación caracterizado a nivel superficial por la presencia de constantes emisiones de gases con un contenido entre bajo y moderado de ceniza.
Esta actividad ha estado acompañada de un evento sísmico de tipo "tremor de emisión volcánico", que se expresa como "bramidos prolongados".
Los fenómenos piroclásticos son torrentes de material incandescente, gas y vapor con altas temperaturas que descienden por los flancos de los volcanes a altas velocidades, con lo que afectan lo que se encuentra en su camino.
De acuerdo con el reporte, la explosión del Tungurahua generó una columna de ceniza de casi cuatro kilómetros de altura sobre el cráter, y posteriormente se registraron otros dos estallidos de moderada intensidad.
El Instituto Geofísico indicó que ambos fenómenos generaron otro flujo piroclástico que no pudo ser observado, pero "fue registrado por la cámara térmica instalada en el flanco occidental del volcán".
"Al momento, la actividad continúa manifestándose con la ocurrencia de explosiones, por lo que es posible que se produzcan nuevos flujos", indicó.
El coloso comenzó su proceso eruptivo en 1999, y desde entonces ha tenido períodos de gran actividad y de relativa calma, en forma combinada.
Esta actividad "irregular" llevó en varias ocasiones a las autoridades a declarar la "alerta naranja" (prevención) en las zonas de influencia y a desalojar pequeños poblados.
El Tungurahua registró su mayor actividad eruptiva en 2006, con el saldo de seis personas fallecidas en una aldea arrasada por la lava.