Si Rusia respondiera a la tercera ronda de sanciones impuesta por la Unión Europea mediante la prohibición de las importaciones de autos europeos, entre 7.000 y 10.000 personas perderían su empleo en Eslovaquia, advirtió hoy el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico.
Fico dijo durante un debate político transmitido por televisión que la "guerra de sanciones" no soluciona el problema y más bien genera cada vez más tensiones entre las partes en conflicto.
"Hay compañías que ya están en problemas por esta crisis. Y ¿esto por qué es? Porque están combatiendo por la influencia en Ucrania, ya sea Rusia, Estados Unidos u Occidente", enfatizó Fico.
Jan Figel, líder de los opositores Demócrata Cristianos, describió la postura de Fico al respecto como "regresar a la década de los noventa" y rechazó la propuesta de Fico de dar una compensación a las compañías afectadas severamente por las sanciones rusas.
Figel indicó que los intereses corporativos de Eslovaquia no deben recibir la prioridad por encima de los intereses del Estado o de toda la sociedad.