Tres años después de la caída del régimen anterior, el pueblo libio se encuentra lejos de lograr sus esperanzas y aspiraciones de un mejor futuro, indicó hoy Bernardino León, alto funcionario de la ONU para Libia.
León pidió emprender con urgencia acciones para aprovechar una pequeña ventana de oportunidad.
"La pequeña ventana de oportunidad ante nosotros para una solución pacífica de la crisis actual no debe desaprovecharse", dijo el representante especial del secretario general de la ONU para Libia en un informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU).
"Los líderes de Libia tendrán que actuar rápido y buscar una solución política mediante un diálogo significativo e inclusivo", agregó León.
El ex líder libio Muammar Gaddafi fue depuesto en octubre de 2011.
"Dada la urgencia pretendo seguir en breve con nuevas visitas a Libia", dijo León, quien también es jefe de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (Unsmil, por sus siglas en inglés).
El enviado informó al CSNU de su primera visita a Libia desde su nombramiento en agosto e indicó que transmitió a todos sus interlocutores el compromiso del consejo con Libia, expresado en una nueva resolución.
En esta resolución, el CSNU pedirá cuentas a cualquiera que de forma activa socave el proceso político en ese país, o a los responsables de continuar el conflicto armado o de violaciones a los derechos humanos y al derecho humanitario internacional.
El CSNU adoptó la semana pasada la resolución 2174 (2014), la cual también endurece el embargo de armas y amplía la categoría de personas y entidades que podrían ser sujetas a sanciones.
León, un diplomático español que asumió el cargo el 1 de septiembre, dijo al consejo que pese a los repetidos llamados de poner fin a la violencia, la situación en el terreno "sigue siendo en extremo volátil y precaria".
El representante agregó que "los esfuerzos encaminados a resolver la crisis actual y a reanudar el proceso político no pueden lograr avances en el contextos de constantes enfrentamientos".
León informó que en el este de Libia, los nuevos enfrentamientos militares en Bengazi amenazan con un número de muertos cada vez mayor entre la población civil, mientras que en el oeste, una implacable campaña de ataques de artillería indiscriminados contra objetivos de Trípoli causa un sufrimiento indecible a la población civil.
"Ahora se sabe que decenas de miles de civiles han huido de sus hogares; también han muerto muchos como resultados de los ataques de artillería, incluyendo a mujeres y niños", indicó León. "También tenemos informes creíbles sobre una severa escasez de suministros médicos".
A pesar de la sensación inicial de optimismo que acompañó el establecimiento de la misión hace cerca de tres años, "nos encontramos en un momento crítico en la transición democrática de Libia: un titubeante proceso político que ha llevado al país más cerca de caer en un conflicto prolongado y en una guerra civil", indicó León.
Los enfrentamientos entre milicias rivales en Trípoli, capital de Libia, y en la ciudad oriental de Bengazi han dejado a al menos 214 muertos y 981 heridos desde el 13 de julio. Se teme que los intensos enfrentamientos desemboquen en una guerra civil abierta.