Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 21 sept (Xinhua) -- La cosecha cafetalera en Cuba que va de septiembre a enero disminuirá unas 342 toneladas, lo que representará una caída de 33 por ciento con respecto a la temporada anterior, pronosticó la funcionaria del ramo Rafaela Díaz.
La directora del Centro de Gestión del Grupo Empresarial de Agricultura de Montaña en la oriental provincia de Guantánamo del Ministerio de la Agricultura (Minagri), expresó que esta menor producción en plantaciones exige recoger el grano con mayor eficacia.
"Los campesinos y trabajadores agrícolas de los ocho municipios cafetaleros de la provincia de Guantánamo están inmersos en la cosecha 2014-2015, cuyos volúmenes disminuirán de manera apreciable respecto a la zafra anterior", dijo Díaz a la prensa local.
Guantánamo, en el extremo oriente de la isla, es la segunda región productora de café después de Santiago de Cuba, grano que en más del 85 por ciento se cultiva en la zona Este del país.
Durante la cosecha 2013-2014, la producción llegó a las 6.105 toneladas, lo que significó alcanzar el 98 por ciento de la meta, aunque estuvo lejos de las 24.000 toneladas necesarias para cubrir la demanda interna anual.
De acuerdo con el semanario económico Opciones, alrededor de 89 por ciento de los poco más de 11 millones de cubanos consume este producto de una u otra forma, con una media de consumo nacional superior al 42 por ciento en comparación con el promedio mundial.
Por su parte, el director nacional de Café y Cacao del Minagri, Elexis Legrá, expuso que la cifra de producción del fruto aún está "distante de los volúmenes requeridos para satisfacer la demanda de consumo nacional".
En la actualidad, los cafetaleros cubanos tratan de reducir de manera gradual las 8.000 toneladas de café que la isla importa cada año con la finalidad de completar el consumo nacional.
Este objetivo significa aumentar las áreas cultivables actuales en más del 90 por ciento.
Los productores nacionales esperan cosechar 23.160 toneladas de café en 2020 y así poder cubrir el consumo interno e incrementar las exportaciones.
El país espera duplicar para 2016 la baja producción de café y alcanzar las 12.000 toneladas.
La producción de cada tonelada de café tipo "Robusta" le cuesta a Cuba alrededor de 2.300 dólares, mientras que en el caso de la variedad "Arábiga" el costo por tonelada sobrepasa los 4.560 dólares, que es de mayor calidad y mundialmente comercializado.
Con vista a elevar la producción cafetalera, hoy en día también se trabaja en recuperar las plantaciones existentes en zonas llanas de la isla con variedades más productivas y resistentes a las condiciones climáticas.
Los cafetales llegaron a la isla en el siglo XVIII traídos por colonos franceses que huían de la Revolución en Haití y desde entonces han proliferado en las serranías, casi siempre a partir de 500 y hasta los 800 metros sobre el nivel del mar.
La especie más cultivada en la isla es "Arábiga", con cerca de 12 variedades, las cuales se comercializan en el mercado interno y el exterior bajo las marcas Turquino, Cristal Mountain, Serrano, Cubita y Caracolillo, entre otras.
Unos 35.000 agricultores venden todo el café cosechado al Estado, a cambio de lo cual reciben créditos con bajos intereses y algunos suministros subvencionados.
En los últimos años, el Estado también ha arrendado cafetales abandonados a cientos de personas interesadas en producirlo y casi ha triplicado el precio que paga por el fruto.
El presidente cubano, Raúl Castro, señaló hace dos años ante la Asamblea Nacional (poder Legislativo unicameral) que la isla no podía seguir erogando sumas millonarias cada año en la importación del grano para cubrir el consumo local, como sucedió en 2010 y 2011.
Esos años, Cuba tuvo que comprar en el exterior 18.000 toneladas de café para satisfacer su consumo interno.
En los años 60 del siglo pasado, la nación produjo y comercializó más de 62.000 toneladas de café.
Cada año habilitaba para la siembra del producto 194.000 hectáreas, pero el derrumbe del socialismo en los países de Europa del Este significó un abrupto retroceso para el sector agrícola cubano.
Con la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991 y de sus socios europeos, los cafetaleros cubanos dejaron de recibir casi en su totalidad las semillas certificadas, los insumos y el paquete tecnológico que acompañaban los cultivos.