BUENOS AIRES, 29 sep (Xinhua) -- El ajedrecista argentino Alan Pichot se coronó campeón mundial Sub 16, en un certamen desarrollado en el Centro de Convenciones de la ciudad de Durban, Sudáfrica, informó hoy la Asociación Argentina de Ajedrez.
El joven de 15 años, convertido en el maestro internacional más joven de la historia de Argentina, terminó su participación con 9 puntos sobre 11, medio más que sus inmediatos perseguidores, producto de nueve victorias y dos derrotas.
"Alan jugó un torneo brillante, subiendo más de 20 puntos su ya elevado 'ranking' (clasificación). Demostró su habitual espíritu de lucha reponiéndose en momentos clave de las derrotas sufridas en la quinta y en la anteúltima ronda, y ganando una partida", destacó la Asociación Argentina de Ajedrez.
Hace dos meses, Pichot compitió ante los mejores ajedrecistas del país en el Campeonato Argentino, donde arribó a la ronda final y quedó a sólo medio punto de una norma de Gran Maestro, el máximo título.
Se trata del primer título mundial que consigue un ajedrecista argentino en 14 años y, a nivel individual, el primero en 22 años.
Según la revista deportiva "El Gráfico", Pichot tenía cuatro años y algunos meses cuando vio por primera vez el distinguido tablero a cuadros, con sus inconfundibles piezas blancas y negras.
El ajedrecista, quien es primo lejano del ex jugador de rugby argentino Agustín Pichot, comenzó a jugar a los cinco años en una escuela del barrio capitalino de Almagro.
Con tan solo siete años de edad, Alan Pichot empezó a competir por dinero en los torneos organizados en el Club Argentino de Ajedrez.
El joven nació en Buenos Aires el 13 de agosto de 1998, y es aficionado del equipo de fútbol Boca Juniors.
Dos días antes de cumplir los 15 años se convirtió en el Maestro Internacional más joven de la historia en Argentina.
En su palmarés figura como campeón argentino Sub 10, Sub 12, Sub 14 y Sub 18, este último logrado en 2010 con apenas 12 años.
En 2008 compitió en el Mundial de Vietnam, el primer viaje fuera de Argentina, donde finalizó en el quinto lugar en su categoría.
"Ir a Vietnam fue cumplir un sueño. Era todo un desafío cruzar las fronteras. Fueron como 36 horas de viaje, con escalas. Había que acostumbrarse a un montón de cosas que uno no vivía, como la temperatura, el idioma, y además jugar contra rivales de Polonia, India, China", comentó Pichot.
"Por suerte me fue bien y terminé tercero, pero quedé quinto por sistema de desempate", añadió.
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