XI'AN, 8 oct (Xinhua) -- La construcción de la autopista que conectará la región autónoma suroccidental china del Tíbet con la provincia vecina de Qinghai es viable si los técnicos logran superar la principal barrera del suelo helado.
"La nación tiene la capacidad de hacerlo y, técnicamente, tenemos la confianza de construir la autopista Qinghai-Tíbet", manifestó el jefe del Partido de la empresa CCCC First Highway Consultants, Wang Shuangjie, quien desde hace 30 años se ha dedicado a los estudios del problema relacionado con el suelo helado.
Encabezando un grupo de apoyo técnico del proyecto, Wang confesó que la principal dificultad reside en el tramo de unos 500 kilómetros del suelo helado de la autopista, de una distancia total de 1.900 kilómetros que conectará Lhasa, capital de Tíbet, y Xining, capital de Qinghai.
Lhasa es la única capital regional que no está conectada con las redes de autopistas del país. La construcción de la autopista Qinghai-Tíbet está incluida en el XII Plan Quinquenal (2011-2015) del desarrollo económico y social de China.
En la actualidad, las carreteras Sichuan-Tíbet, Qinghai-Tíbet y Xinjiang-Tíbet, así como el ferrocarril Qinghai-Tíbet, permiten el acceso terrestre a la región conocida como el Techo del Mundo.
Las condiciones extremas de la meseta Qinghai-Tíbet, como su gran altitud, el bajo nivel de oxígeno, la fuerte radiación solar y las bajas temperaturas, suponen un gran desafío para la construcción de la vía y su mantenimiento en el futuro, recordó el técnico.
La autopista planeada cruza por una región con una altura sobre el nivel del mar superior a los 4.500 metros de promedio.
Wang y su equipo también tienen que resolver los problemas relativos a los posibles efectos medioambientales provocados a lo largo de la construcción de la autopista y proponer tecnologías adecuadas para reparar el frágil ambiente ecológico en caso de daños.
En cuanto a las propuestas de levantar la autopista sobre la base de la carretera Qinghai-Tíbet, que entró en servicio en 1954, Wang descartó esta posibilidad por su elevado costo, y añadió que la carretera ya no se encuentra en buenas condiciones.
En la actualidad, los obreros han completado la construcción del firme del tramo entre Xining y Caka, de unos 300 kilómetros, y están construyendo el recorrido que conecta Caka y Golmud, de unos 400 kilómetros.
El resto de los 1.100 kilómetros de la autopista sigue siendo un hueso duro de roer para los técnicos, pero Wang y sus colegas afirmaron que la construcción del ferrocarril Qinghai-Tíbet, finalizada en 2005, y los proyectos de autopistas en semejantes condiciones geológicas en construcción ofrecen valiosas experiencias.