BEIJING, 16 oct (Xinhua) -- Líderes de Asia y Europa, dos continentes con importantes diferencias en materia política e intereses estratégicos, efectuarán conversaciones esta semana en la Reunión Asia-Europa (ASEM) 2014.
El evento de dos días, programado para este jueves y viernes bajo el lema "Asociación Responsable para el Crecimiento y la Seguridad", tiene lugar en momentos en que las dos regiones luchan contra la recesión económica y atraviesan por puntos muertos políticos sobre varios asuntos acuciantes.
Estos desafíos, junto a los problemas no convencionales, piden más que nunca una respuesta conjunta de la reunión de más de 50 países de los extremos opuestos del vasto continente Eurasiático.
Hay mucho más que esperar.
China, representado por el primer ministro chino, Li Keqiang, intenta utilizar la reunión para ampliar la cobertura de la cooperación pragmática Asia-Europa, aún dominada principalmente por el comercio.
Más esfuerzos deben realizarse para promover la confianza mutua en política y seguridad, y fomentar la cooperación en áreas no convencionales como la transferencia de alta tecnología, el cambio climático, las industrias ecológicas y el antiterrorismo.
En este proceso, Beijing, tras promover las iniciativas del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima para facilitar la conectividad entre Asia y Europa, sería una fuerza impulsora para mejorar el papel de la ASEM.
Sin embargo, con tantos temas por tratar, se teme que la reunión bianual también enfrente contratiempos por parte de un grupo de políticos occidentales, quienes, con una obsoleta mentalidad de Guerra Fría e impulsos de revolución de color, buscan descarrilar la reunión con su agenda política predeterminada y presionar a los países que consideran como pesadillas.
Tal intenciones, de ser consentidas, convertirían el encuentro en otra ronda de guerra de palabras y juegos baratos de tomar partido, y frustrarían los consensos internacionales logrados con dificultad para solucionar los problemas regionales mediante el diálogo y la cooperación constructivos.
De hecho, desde su inicio en 1996, la reunión ha sido enturbiada durante años por la críticas contra su bajo perfil y falta de autoridad.
Las críticas están lejos de ser defendibles dado que la ASEM está jugando un creciente papel esencial en el establecimiento de un orden mundial más equilibrado y justo, y en la unión de los esfuerzos para enfrentar los desafíos regionales y globales.
Ante este telón de fondo, se espera que los participantes en la reunión sigan la meta de mejorar los intercambios en todas las áreas y elevar el nivel del encuentro para convertirlo en un mecanismo más efectivo para el diálogo Asia-Europa.
Eso beneficiará no sólo a los dos continentes, sino a todo el mundo.