El secretario de la Comisión Central de Control Disciplinario (CCCD) del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Qishan, prometió hoy sábado luchar contra la corrupción como si se tratara de "curar árboles enfermos" y "arrancar de raíz los podridos".
El PCCh se enfrenta a una situación seria y complicada a la hora de combatir la corrupción, advirtió Wang durante la cuarta sesión plenaria de la XVIII CCCD.
El Partido todavía no es capaz de desarraigar completamente las fuentes de las prácticas de trabajo perjudiciales, por lo que puede ser difícil evitar su resurgimiento, sostuvo Wang.
A pesar de las iniciativas encarnizadas contra la corrupción, aún existen funcionarios que rechazan cesar en sus malas prácticas e incluso las aumentan, dijo.
Wang prometió que las agencias de control disciplinario continuarán con sus tareas anticorrupción, "y permanecerán lúcidas, tendrán solidez política y mantendrán la confianza y la determinación".
"Cualquier funcionario corrupto que vuelva a sus antiguas prácticas pagará el precio. Seguiremos ejerciendo presión sobre la campaña contra la corrupción, curando los árboles enfermos y arrancando de raíz los podridos", sostuvo Wang.
La campaña frenará la corrupción actual, eliminará las fuentes de la misma y establecerá un sistema efectivo para prevenirla, según Wang.
Durante la reunión del sábado, la CCCD discutió cómo implementar el proyecto de reforma legal en la labor anticorrupción. El plan se adptó el jueves en la cuarta sesión plenaria del Comité Central del PCCh.