SANTIAGO, 27 oct (Xinhua) -- La presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijo hoy en Alemania que el país sudamericano se encuentra tan próximo al desarrollo como nunca antes en su historia, al defender su gobierno de reformas ante un grupo de empresarios del país europeo.
"Chile está más cerca del desarrollo que en ningún otro período de su historia. Ha tenido un crecimiento sostenido durante las dos últimas décadas y hemos logrado, al mismo tiempo, fortalecer nuestra institucionalidad democrática, compatibilizando progreso con estabilidad política y social", dijo Bachelet.
La jefa de Estado chilena, de gira por Alemania, participó en la conferencia empresarial realizada en el edificio de la Industria Alemana en Berlín.
Durante su intervención, la presidenta recordó que en la década de los noventa, el PIB per cápita llegaba a 9.700 dólares en Chile, mientras que el día de hoy se sitúa alrededor de los 22 mil dólares.
No obstante, pese a estas cifras "sigue pendiente resolver nuestra profunda desigualdad que nos ubica en uno de los últimos, no en el peor, pero en uno de los últimos lugares de la OCDE. Porque una condición necesaria, a nuestro juicio, para alcanzar un crecimiento estable y sustentable, es contar con una distribución del ingreso más equitativa", afirmó.
Al respecto Bachelet destacó que el objetivo central de su administración es "establecer las bases para lograr un crecimiento inclusivo. Queremos evitar el camino de las sociedades con mayor desigualdad, en que el menor capital social produce inestabilidad política y económica, y en que las instituciones, finalmente, se ven fragilizadas".
"Para los desafíos que enfrentamos, nos parece esencial e indispensable una fuerte alianza público-privada. Requerimos colaboración para crear nuevas oportunidades de negocio, aumentar la productividad, introducir cambios tecnológicos y aumentar la capacidad de innovación", indicó.
El segundo gobierno de centroizquierda que comanda la mandataria ha delineado dos reformas fundamentales en su administración, la primera y convertida en ley, una reforma tributaria que elevó los tributos a las utilidades de las grandes empresas del 20 por ciento al 27 por ciento y la eliminación de descuentos impositivos a utilidades reinvertidas, y la segunda una reforma a la educación que fortalece la educación pública y elimina subsidios estatales a colegios que lucran.
Ambas reformas suscitan rechazo en la oposición conservadora y reticencias del empresariado, que ha llegado a relacionar el actual panorama de contracción de la economía con las reformas.
Al defender los cambios, Bachelet enfatizó que estas "van a permitir algo que es central, no sólo para un crecimiento económico fundamental, para una productividad, sino también para un desarrollo integral de nuestra sociedad, y que nos va a permitir tener a futuro un capital humano de calidad" y que esto, dijo, "va a repercutir directamente en industrias complejas y demandantes en tecnología, como la minería, como la energía, entre otros".
En ese sentido, "la inversión extranjera juega un papel determinante para lograr los objetivos que se ha propuesto nuestro gobierno, soporte central para alcanzar nuestras metas de desarrollo, pues cumple un rol relevante al dinamizar, diversificar y generar valor en nuestra economía y su oferta exportadora".
Según la mandatara, "Chile ha construido una reputación internacional de seriedad, pero a la vez de responsabilidad que es altamente valorada por las empresas. Nuestra institucionalidad da un trato justo y transparente a todos los interesados en invertir en nuestro país, lo que favorece a un clima para invertir".
En el inicio de la gira europea Bachelet se reunió este lunes con la canciller alemana, Angela Merkel, tras lo cual destacó que Chile no se encuentra en recesión sino en un proceso de desaceleración económica acotado en el tiempo, escenario que variará positivamente de cara a 2015 y 2016.
Tras la visita a Berlín, Bachelet planea visitar España.