La alta presión tributaria en la Argentina, del 39 por ciento entre Nación y Estados provinciales, no se traduce en mejores servicios públicos para la población, advirtió hoy domingo un informe privado.
"Para avanzar hacia un mejor sistema tributario previamente hay que detener el despilfarro de fondos públicos que induce la centralización de recursos públicos a favor de la Nación y la superposición de roles y funciones entre los tres niveles de gobierno", alertó el Instituto Nacional para el Desarrollo Argentino (IDESA).
La entidad, a través de un estudio, determinó que "la Nación, las provincias y los municipios crean tributos que gravan los mismos hechos imponibles. Esto es un serio problema porque, además de inconstitucional, la superposición multiplica la burocracia y las oportunidades de evasión".
Además, "erosiona la competitividad de las empresas y reduce el ingreso disponible de las familias, fundamentalmente en el interior del país. Por eso, promover un proceso de diálogo tendiente a racionalizar el sistema tributario resulta extremadamente pertinente", instó.
El IDESA enfatizó que días atrás, la presidenta Cristina Fernández abordó el tema centrando sus críticas en la "tasa vial" que aplican algunas provincias y municipios sobre el combustible.
"El punto es que este no es el único ni el más importante de los problemas. Tan o más dañino para la producción y la competitividad son, por ejemplo, el cobro solapado de impuestos a las ventas (IVA nacional, Ingresos Brutos provincial y tasas de comercio e industria municipal) y sobre los inmuebles (impuesto sobre Bienes Personales nacional, Inmobiliario provincial y tasas de alumbrado, barrido y limpieza municipal)", comparó el estudio.
La superposición de impuestos "es un rasgo muy antiguo del sistema tributario argentino, pero en los últimos años se ha potenciado", alertó el reporte.
En este sentido, repasó datos del Ministerio de Economía nacional, según los cuales, entre los años 2000 y2013, la presión impositiva nacional pasó del 17,7 por ciento al 32,4 por ciento del PBI.
"De estos recursos impositivos, lo que la Nación transfirió automáticamente a las provincias pasó de 5,7por ciento al 8,7 por ciento del PBI. Esto significa que, mientras en el año 2000, 1 de cada 3 pesos de recaudación iba de manera automática a las provincias, en el año 2013 lo que va a las provincias automáticamente se redujo a casi 1 de cada 4 pesos", estableció.
Por eso, dijo que "de estos datos se desprenden dos fenómenos muy importantes. Por un lado, la presión impositiva que aplica el Estado nacional aumentó de manera muy vertiginosa (14 puntos del PBI). Por el otro, de este aumento de recursos, a las provincias se les transfiere automáticamente una proporción modesta (3 puntos del PBI)".
"Asociado a esto es que las provincias aumentaron fuertemente su presión impositiva pasando de 4 por ciento a 7 por ciento del PBI en el mismo período. Similar proceso viene ocurriendo a nivel municipal (alcaldías) aunque, por ahora, no se cuenta con información oficial para cuantificarlo", admitió el IDESA.
De esa manera, aseguró que "la presión impositiva total (sumando nación y provincias) pasó entre los años 2000 y 2013 del 22 por ciento al 39 por ciento del PBI. Es el nivel más alto de Latinoamérica, similar a Alemania (38 por ciento) y superior a Japón (29 por ciento), Corea (27 por ciento) y EE.UU (24 por ciento)".
Pero, según aseguró el reporte, "lo más importante es que este enorme esfuerzo no redunda en más y mejores servicios estatales. Por ejemplo, en materia educativa el 67 por ciento de los alumnos de 15 años de las escuelas estatales no supera el umbral mínimo de capacidades de lectura en las pruebas internacionales".
Por ello, dijo el IDESA, "muchos padres optan por gastar recursos familiares para enviar sus hijos a escuelas privadas. Según datos oficiales, en la última década 8 de cada 10 nuevos alumnos de primaria y secundaria optó por el sector privado".
"Quienes tienen la responsabilidad de proveer la mayoría de los bienes públicos (las provincias y los municipios) apelan a la excusa de que no cuentan con los recursos suficientes. Quién concentra los recursos (la Nación) argumenta que no es responsable de dar los servicios y usa la abundancia de recursos para despilfarrarlos en empleo público espurio, subsidios a empresas estatales y privadas, y propaganda política", reprochó el informe.
En ese marco, el IDESA dijo que "el resultado es que nunca se pagó tantos impuestos como ahora pero los servicios estatales son cada vez más pobres", y reclamó que se "clarifiquen las responsabilidades entre la Nación, las provincias y los municipios, evitando las superposiciones de roles y funciones".