El gobierno de Venezuela reitera su disposición y voluntad de profundizar las políticas de diálogo encaminadas a garantizar la paz y la estabilidad en el país, afirmó hoy la ministra de Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez.
"Nosotros tenemos que seguir buscando el diálogo entre todos y lo vamos a lograr; vamos a seguir invitando a las organizaciones del país en todos los ámbitos, económico, político y social", dijo la funcionaria en un programa de la privada Televisión de Venezuela (Televen).
Meléndez recordó que ese es el objetivo de la reforma a la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, aprobada el pasado 18 de noviembre por el presidente Nicolás Maduro, así como la creación del Sistema del Poder Popular de Protección de la Paz.
Dijo que con estas decisiones el jefe de Estado busca articular estrategias que integren todos los poderes públicos con el pueblo para enfrentar el crimen, el terrorismo y las amenazas internas y externas que atenten contra la seguridad de la nación.
La ministra recordó las protestas que iniciaron en febrero de este año por sectores que llamó "extremistas de la derecha" venezolana, con el propósito de "desestabilizar" al país y promover un estallido social que pusiera fin a 15 años de Revolución Bolivariana.
"En la actualidad, resulta tema prioritario eliminar esos grupos violentos, el paramilitarismo y la corrupción, porque es válido precisar que estamos hablando de un golpe de Estado continuado", apuntó.
Enfatizó que a pesar de reconocer la existencia de "focos" puntualizados en algunas ciudades del país, "los cuerpos policiales, las instituciones del Estado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional están alertas y preparados para mantener el orden".
Elogió también la decisión gubernamental de fortalecer programas como el Plan Nacional de Desarme, el Movimiento por la Paz y la Vida y el Plan Patria Segura, los cuales entrarán en una nueva etapa al integrarse más a las comunidades.
De acuerdo con cifras oficiales, en 2013 la ciudad de Caracas (capital) presentó una tasa de 39 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Según los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un país se considera seguro cuando se presentan menos de 10 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
En 2014, los secuestros descendieron en el país sudamericano 52,3 por ciento, el hurto de vehículos 30,5, las violaciones 26,3 y los homicidios lo hicieron en 21,2 por ciento, según datos del gobierno.