Canciller chileno ordena traducir mensajes de EEUU sobre "Caso Quemados"

Actualizado a las 01/08/2015 - 15:33

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SANTIAGO, 31 jul (Xinhua) -- El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, confirmó hoy que ordenó traducir mensajes del gobierno de Estados Unidos sobre el "Caso Quemados", referido al ataque de 1986, cuando militares prendieron fuego a dos jóvenes manifestantes durante una protesta contra el régimen militar de Augusto Pinochet.

Chile se mantiene conmocionado tras la revelación de un soldado que integraba la patrulla que atacó a los jóvenes, la cual describe cómo fueron los hechos que terminaron con la vida del fotógrafo Rojas y que causaron profundas quemaduras a Quintana.

El juez Mario Carroza ordenó la detención de todos los integrantes de la patrulla militar, incluyendo el jefe que ostenta el grado de mayor en el Ejército.

El diario español El País publicó los mensajes del gobierno de EE.UU que apuntan al jefe del régimen, el general Augusto Pinochet, como el principal encubridor del ataque en el que le prendieron fuego a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas tras ser rociados con bencina.

Según Muñoz, el gobierno está en conversaciones con el Departamento de Estado de Estados Unidos "para que levante los párrafos tarjados o borrados en negro en los cables desclasificados que ya conocemos, incluyendo los que se le entregarán al juez" que tiene en sus manos este caso.

También insistió en que "se desclasifique totalmente el resto de los documentos que tienen relación con este período", confirmando que son "auténticos del gobierno de EEUU, ya sea de la embajada o de las distintas agencias del gobierno norteamericano".

El ministro insistió que "el valor que se le asigne a esos documentos depende de la justica (...) El juez verá si los datos son relevantes o no".

Además, dijo que "estos documentos no son nuevos, ya obraban en el conocimiento oficial desde hace algún tiempo, pero era mucha la documentación existente y, cuando hay un caso en particular, es necesario recobrar esa información y eso es lo que hecho El País".

Según los archivos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), a Pinochet se le señala como encubridor del "Caso Quemados". Rojas murió en un hospital y Quintana, quien denuncia a sus atacantes todos los días, sobrevivó milagrosamente.

Los documentos desclasificados señalan que "el Gobierno chileno, siguiendo directivas de Pinochet, está tratando de tachar públicamente como terroristas a Rojas y a Quintana".

"Pinochet en persona ordenó que se frenaran las pesquisas para determinar la responsabilidad de los hechos ocurridos el 2 de julio de 1986", dice la nota del medio español.

"Las patrullas militares quemaron con gasolina a dos jóvenes que protestaban en la primera de las dos jornadas del Paro Nacional contra la dictadura", detalla El País.

Peter Kornbluh, responsable de la investigación, indicó que "los abundantes detalles de los documentos desclasificados podrían servir de apoyo a la acusación. (...) Los documentos vinculan a Pinochet con el encubrimiento de un crimen de cuya autoría militar no caben dudas".

El primer archivo estadounidense, enviado desde la embajada en Chile al Departamento de Estado el 8 de julio del 86, destaca que Rojas De Negri fue "quemado de forma deliberada por soldados".

Las maniobras para ocultar los hechos comenzaron en el mismo recinto hospitalario donde se encontraban internados los jóvenes. "Médicos en la Posta Central afirman que el director de la Posta obstruyó el traslado de Rojas a una clínica mejor equipada para tratarlo", dice el reporte.

El cable enfatiza que el director médico de la Posta Central, identificado como el doctor Guzmán, ordenó mediante una nota "que no recibiera visitas debido a los problemas legales de su caso y de Quintana, y que tampoco debía ser trasladada".

Con esto, "se impidió que se tomara cualquier declaración legal" y días después, el fotógrafo murió.

El 14 de julio se informó con un reporte a la Casa Blanca que "el Gobierno chileno, siguiendo directivas de Pinochet, está tratando de tachar públicamente como terroristas a Rojas y a Quintana, que habrían sido víctimas de sus propios cócteles molotov".

"No es probable que Pinochet vaya a permitir que se juzgue a soldados, ni siquiera si un investigador oficial los señalara como los culpables", agrega el informe estadounidense.

"Si se desbarata la defensa del cóctel molotov, deberíamos esperar otras explicaciones, como que responsabilicen a comandos comunistas".

Con el pasar de los días, los Carabineros (policía) concluían que "claramente miembros de una unidad militar chilena de patrulla estuvieron involucrados en la quema de los dos jóvenes".

Sin embargo, "el presidente Pinochet le dijo al general Stange que no creía el informe y se negó a recibir el documento del general Stange".

Otro documento destaca que "el ministro de Justicia, Hugo Rosende Subiabre, está ejerciendo presión sobre el fiscal del Estado y los jueces para atacar y, finalmente, desestimar el caso por falta de pruebas".

Tras estas revelaciones que exhiben las maniobras del régimen para ocultar la agresión a los dos jóvenes, lo medios chilenos entrevistan todos los días a Quintana, quien da su potente testimonio de cómo el régimen militar escondía los hechos de represión contra sus opositores.

Informes oficiales indican que en los 17 años del control militar más de 3 mil personas fueron asesinadas, hay aún más de 1,200 desaparecidos y se estiman que más de 40 mil chilenos fueron torturados.

Por esos crímenes, tan sólo hay unos 50 oficiales del Ejército y Carabineros están en juicio o encarcelados. De todos, el más señalado es el general Manuel Contreras, quien ha recibido más de 500 años de sentencia y hoy está hospitalizado en condición de grave en Santiago.

Todos los militares en servicio durante el régimen aún ostentan sus grados en el Ejército.

A través de los medios de prensa, Carmen Gloria Quintana, quien presenta la tercera parte de cuerpo quemado, incluyendo la cara, ha pedido la renuncia del Jefe del Ejército, Humberto Oviedo Arriagada.

Quintana le exige, además, que entregue la información oficial sobre los crímenes que se cometieron durante 17 años.