NACIONES UNIDAS, 3 ago (Xinhua) -- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy el asesinato del ex jefe de Inteligencia de Burundi y destacó con gran inquietud el constante deterioro del entorno de seguridad luego del período electoral en ese país.
El ex jefe de Inteligencia de Burundi, el teniente general Adolphe Nshimirimana, fue asesinado el domingo en una emboscada en el barrio de Kamenge, en Buyumbura, capital del país.
Testigos dijeron que varios hombres con uniforme militar atacaron su auto con un proyectil de mortero a las 09:00 hora local (07:00 GMT).
El domingo por la noche, el presidente burundés Pierre Nkurunziza dijo en un mensaje que pidió a las fuerzas de seguridad hacer todo lo posible para arrestar y presentar ante los tribunales, en el plazo de una semana, a los asesinos de Nshimirimana.
Ban dio la bienvenida al mensaje del presidente Nkurunziza para que la nación mantenga la calma y las autoridades competentes investiguen con diligencia este asesinato con el fin de presentar a los responsables ante la justicia, se indicó en una declaración emitida por su vocero.
"El secretario general renueva su llamado a todos los burundeses para que reanuden un diálogo inclusivo sin más demora y para que solucionen de forma pacífica sus diferencias con la mediación del presidente Museveni conforme al mandato de la Comunidad de Africa Oriental", añadió la declaración.
El 6 de julio, los líderes de la Comunidad de Africa Oriental nombraron al presidente ugandés Yoweri Museveni para encabezar y facilitar el diálogo de alto nivel en un esfuerzo para encontrar una solución duradera a la situación política actual en Burundi.
La oposición burundesa acusa al presidente Pierre Nkurunziza de violar la Constitución del país por haber competido para un tercer período presidencial cuando el límite son dos. El enfrentamiento ha generado una oleada de violencia política en el país.
Nshimirimana trabajaba en la oficina del presidente burundés y estaba a cargo de misiones.
El ex jefe de Inteligencia era conocido por haber desempeñado un papel clave en la neutralización de las protestas contra la candidatura de Nkurunziza para un tercer período de finales de abril a junio.