Por Esteban Mikkelsen Jensen
BUENOS AIRES, 17 ago (Xinhua) -- Apenas 47 segundos duró el debut del astro del fútbol mundial Lionel Messi en la selección argentina de mayores, del que este lunes se cumplen 10 años, etapa en la que transcurrieron más sinsabores que festejos.
Fue una cálida noche en el estadio Ferenc Puskas de Budapest, Hungría, cuando el entonces entrenador del conjunto argentino, José Pekerman, lo mandó a la cancha en reemplazo del delantero Lisandro López en un amistoso frente al combinado local.
Pero en la primera jugada, y tras una serie de agarrones con el defensor local Vilmos Vanczák, el árbitro del encuentro, Markus Merk, entendió que el argentino había golpeado a su rival, y le mostró la tarjeta roja.
Diez años después, Messi sigue escribiendo con la camiseta argentina una historia que tiene muchos más sinsabores que alegrías, y que hasta ahora no lo ha visto triunfador como en España, pese a los títulos en el mundial Sub 20 de 2005, y en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, con un equipo Sub 23.
Rápidamente tuvo su debut oficial con la selección mayor argentina, por las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006 ante Paraguay, y ya no salió más de las convocatorias.
Su primer torneo grande fue precisamente la cita Mundial en tierras alemanas, donde disputó 3 partidos y convirtió un gol, pero terminó lleno de bronca luego de que Pekerman no lo hiciera ingresar en el encuentro por cuartos de final, en el que tras una igualdad en un tanto, Alemania eliminó a Argentina en tanda de penaltis.
Messi empezó a brillar en la Selección con Alfio Basile como entrenador, que asumió a finales de 2006, y tuvo uno de sus picos de rendimiento en la Copa América de Venezuela 2007, donde convirtió dos tantos, aunque Argentina cayó en la final ante Brasil 0-3.
Convertido definitivamente en el líder futbolístico del equipo, Messi afrontó el Mundial de Sudáfrica 2010 con el condimento de ser dirigido nada menos que por Diego Armando Maradona, que se hizo cargo del equipo nacional a finales de 2008.
Disputó los cinco encuentros de aquel mundial, pero no pudo convertir goles y fue la cara de la dura eliminación, otra vez en cuartos de final y, como cuatro años antes, también frente a Alemania: 0-4.
Maradona dejó su cargo y asumió otro campeón del mundo en 1986, Sergio "Checho" Batista, el técnico ganador de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y que tenía la gran posibilidad de festejar como local en la Copa América de 2011.
Pero el crack del Barcelona volvió a defeccionar, esta vez frente a su gente: ningún gol en cuatro partidos, y eliminación en tanda de penaltis ante Uruguay (posterior campeón del certamen) en cuartos de final.
La asunción de Alejandro Sabella tras aquella fallida Copa América le dio nuevos bríos al conjunto argentino, y el entrenador buscó armar un equipo alrededor de Messi.
Así, tras una gran eliminatoria, Argentina llegó al Mundial de Brasil 2014 como uno de los favoritos, y con su jugador estrella en el máximo nivel.
Fue, sin dudas, su mejor torneo con la casaca de su país, pero el éxito volvió a serle esquivo: derrota 0-1 en tiempo de prórroga en la final ante Alemania, resultado que terminó quitando brillo a sus cuatro goles convertidos en el torneo.
Lo último de Messi y la selección argentina fue otra final perdida: caída por penaltis ante el local Chile, en la Copa América disputada hace un par de meses atrás, y en la que apenas pudo convertir un solo gol, y de penal.
Diez años pasaron desde su debut con la camiseta argentina, una década en los que el futbolista más ganador de la historia disputó 103 partidos, entre amistosos y oficiales, convirtió 46 goles y dio 32 asistencias.
Pero, más allá de las estadísticas, Messi todavía no pudo cumplir el sueño de gritar campeón con su país, y luego de tres finales perdidas, sus cañones, tal vez los últimos, apuntan al Mundial de Rusia 2018.
Las críticas de una buena parte de los aficionados lo hicieron dudar de seguir asistiendo a las convocatorias, aunque ahora el entrenador lo citó para los amistosos contra Bolivia y México, en septiembre próximo en los Estados Unidos.