RIO DE JANEIRO, 20 ago (Xinhua) -- Miles de personas salieron hoy a las calles de todo Brasil para mostrar su apoyo al gobierno y a la presidenta Dilma Rousseff, en respuesta a las manifestaciones del pasado domingo.
Las manifestaciones de este jueves fueron sin embargo inferiores en cuanto al número de participantes en las protestas del pasado domingo, cuando casi 900.000 personas en más de 200 ciudades mostraron su rechazo a la mandataria y al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Este jueves se manifestaron a favor del gobierno sindicalistas, activistas y militantes y simpatizantes del PT.
En todas las capitales regionales se pudieron ver varias personas vestidas de rojo, color insigne del PT, partido que gobierna desde 2003, y de la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor unión sindical del país y vinculada históricamente a la formación política.
Pese a que los manifestantes entonaron cánticos a favor de Rousseff y en contra de la oposición, se pudieron escuchar varias voces críticas con el duro ajuste fiscal impulsado por el gobierno, con el fin de equilibrar las maltrechas cuentas públicas de la economía brasileña, que este año puede contraerse 2 por ciento, según las previsiones de economistas.
La mayor concentración este jueves se realizó en Sao Paulo, la ciudad más poblada del país y donde gobierna en el ayuntamiento el PT.
Unas 60.000 personas, según los organizadores, se reunieron al final de esta tarde en el Largo da Batata, una plaza pública en el céntrico barrio de Pinheiros, y de allí marcharon hasta la Avenida Paulista, considerada el corazón financiero del país.
Otras concentraciones masivas se registraron en Río de Janeiro y en la capital Brasilia.
Las manifestaciones del domingo no fueron impulsadas por ningún partido político.
Las de este jueves fueron promovidas por la CUT, el PT, los izquierdistas Partido Socialismo y Libertad y Partido Comunista do Brasil y organizaciones sociales como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, Movimiento de los Sin Techo, Unión Nacional de Estudiantes y la Unión Brasileña de Mujeres, todos aliados del partido gobernante.