RIO DE JANEIRO, 20 oct (Xinhua) -- Los casi 500 presos que se alzaron en rebelión la noche del domingo en una prisión de Porto Velho, en el norte de Brasil, pusieron hoy fin a su motín tras 28 horas, durante el cual mantuvieron como rehenes a 38 personas.
Los hechos sucedieron en la prisión Urso Branco de Porto Velho, capital del estado amazónico de Rondonia, cuando los presos aprovecharon el fin del horario de visitas del pasado domingo en la capilla del centro penitenciario para tomar como rehenes a 38 familiares, en protesta por las insalubres condiciones del centro penitenciario.
Los presos rompieron parte de la pared de la iglesia e invadieron otros pabellones de la prisión, donde liberaron al resto de detenidos y quemaron colchones, según la Secretaría Estatal de Justicia (Sejus).
El Comando de Operaciones Especiales (COE) de la Policía Militarizada fue llamado para intervenir.
Al menos cuatro presos resultaron heridos tras la rebelión, uno de ellos por el impacto de una bala de goma en el ojo.