La mujer que abusó de sus hijas de 5 y 8 años pasará 36 años en prisión |
Fuente:agencias
Santa Cruz de Tenerife,15/12/2015(El Pueblo en Línea)-El Tribunal Supremo Español ha confirmado la condena a 36 años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife a la madre que abusó sexualmente de sus hijas, de 5 y 8 años, y además grabó vídeos pornográficos de las menores que enviaba por internet a un tercero.
La mujer también fue condenada a 10 años de libertad vigilada, prohibición de acercarse a las niñas a menos de 200 metros y a comunicar con ellas por cualquier medio por el tiempo de diez años superiores a la pena de prisión, así como al pago de una indemnización de 50.000 euros por daños morales.
La Audiencia Provincial también condenó a 38 años de prisión por los mismos delitos (dos delitos continuados de abuso sexual y dos delitos continuados de utilización de menores en la elaboración de material pornográfico) al hombre que recibía en su correo electrónico los vídeos.
La persona a quien la mujer encargó que le arreglara el ordenador fue quien descubrió el material pedófilo.
La sentencia de la sala de lo Penal consideró probado que la madre de las niñas, que residía en La Laguna, inició una relación de amistad por «Messenger» con el otro condenado, que vivía en Murcia. Desde enero de 2012, según los hechos probados, ambos utilizaron a las menores para satisfacer «sus más bajos instintos de naturaleza sexual», resalta la sentencia, y sin importarles la integridad e indemnidad sexual de las menores, concertaron la realización de vídeos y fotos de naturaleza sexual y pornográfica en los que las niñas (solas, juntas o una u otra con su madre) eran protagonistas activas.
La mujer obligaba a las niñas a hacer lo que le indicaba el procesado y después le enviaba a su correo electrónico dos o tres vídeos de contenido pedófilo cada mes entre enero y julio de 2012. En esta fecha, un conocido de la condenada, a quien envió su ordenador para que se lo arreglara, denunció los hechos al descubrir las imágenes de las menores. Tras su detención, la madre confesó los hechos, entregó los equipos informáticos y facilitó las claves de acceso, colaborando en la identificación del hombre.