Desde el Día de los Solteros hasta la campaña de Internet Plus, internet ha traído cambios a casi todos los sectores de la economía de China y se ha convertido en la clave de la reforma económica del país.
China cuenta con la mayor comunidad en línea del mundo, con cerca de la mitad de la población conectada, lo que ha cambiado los modos de hacer compras, de pagar y de pensar.
Se han simplificado procedimientos complicados y la descentralización ha roto monopolios. Estos conceptos se encuentran en las últimas políticas de reforma.
El año pasado, el Partido Comunista de China decidió permitir que el mercado tuviera un mayor papel en el reparto de los recursos. Para conseguirlo, el gobierno ha reducido los trámites burocráticos, ha delegado más poder y ha mejorado los servicios para las industria emergentes.
En comparación con el enfoque tradicional de centrarse en el producto, internet mejora de manera continua la calidad del servicio y facilita las cosas al pueblo.
El gobierno está reequilibrando el crecimiento económico y el sector servicios se ha convertido en un contribuidor clave para el PIB. El gobierno está ahora más preocupado por la reforma de la parte de los suministros que por simplemente intentar estimular la demanda.
La conectividad es un pilar de las estrategias de desarrollo económico internacional y regional tales como el plan para el área metropolitana Beijing-Tianjin-Hebei y la iniciativa de "la Franja y la Ruta".
El gobierno ha resaltado el principio de compartir en su propuesta de desarrollo para los próximos cinco años, y espera eliminar la pobreza, duplicando el PIB y los ingresos per cápita de 2010 de los residentes urbanos y rurales para 2020.
Las actualizaciones de internet traen innovaciones que pueden ser a menudo perturbadoras, pero eso es exactamente por lo que la economía de China tendrá que pasar para cambiar a un crecimiento más equilibrio y sostenible.