Un difícil adiós al dinero barato que sale caro |
El banco central de Estados Unidos se espera que eleve su tasa de fondos federales en un modesto 0,25 por ciento. [Foto: Agencias]
Por Zhu Qiwen
Pekín, 17/12/2015(Pueblo en Línea)-La primera subida de tipos de interés en Estados Unidos ocurrió hace mucho tiempo. Es urgente que la mayor economía del mundo asuma su deber de abrir un camino que se aleje de los peligrosos manejos de los tipos de interés cero.
Las pérdidas de dos décadas de la economía japonesa, cuando era la segunda del mundo, sólo demostró la ineficacia de las políticas monetarias excesivamente flojas para hacer frente a los problemas estructurales fundamentales. Si Estados Unidos puede llegar a mantener un sólido crecimiento, con tasas de interés normalizadas en los próximos años, le dará un gran impulso a la confianza de los responsables políticos de muchos otros países que también han recurrido al dinero barato como analgésicos económicos.
Pero si la economía de Estados Unidos no puede hacer frente a un aumento gradual de las tasas de interés, otros países también deben repensar el costo del dinero barato.
El aumento de la deuda, los deprimidos precios de la energía y el lento crecimiento mundial han hecho del 2015 un año angustioso. El Fondo Monetario Internacional recortó su pronóstico de crecimiento mundial del 2015 en un 3,1 por ciento y la semana pasada, también las Naciones Unidas recortó su pronóstico para el crecimiento económico mundial en un 2,4 por ciento. Esa disminución se debe a los bajos precios de las materias primas, el aumento de la volatilidad del mercado y el crecimiento lento de las economías emergentes.
Pero el alza en las tasas de interés de Estados Unidos tendrá su impacto en los mercados financieros y de materias primas.Algunos argumentan que, como resultado de la divergencia entre la política monetaria de Estados Unidos y la de otras economías con tasas de interés cero, un dólar fuerte puede perjudicar las exportaciones y frenar el crecimiento económico general.
A otros les preocupa que un aumento en los intereses de EE.UU. pueda ejercer presión adicional sobre los precios de los productos globales y agilizar las salidas de capital de los países en desarrollo, minando su crecimiento económico.
Si las exportaciones de Estados Unidos se reducen demasiado, ralentizaráel crecimiento económico y aumentará el desempleo. Para la FED será muy difícil continuar elevando las tasas de interés, paso a paso,hasta un nivel normal. Si las salidas de capital se aceleran desencadenaránuna crisis de deuda en las economías emergentes, cuya acumulación de deuda corporativa se duplicó entre 2008 y 2014.
Pero estas situaciones son consecuencia de crónicos problemas estructurales, más que una consecuencia directa de un nivel normal de los costos de endeudamiento, esencial para un equilibrio sostenible entre la oferta y la demanda.
Mantener el carbón o el petróleo a bajos precios provoca queel crecimiento del consumo de combustibles fósiles, provocando graves daños ambientales a largo plazo. El dinero barato ayuda a aliviar los dolores de cabeza inmediatos, pero pospone la necesaria reestructuración económica que logre un crecimiento sostenible.
La conferencia sobre cambio climático de la ONU en París ha demostrado un consenso para que la comunidad internacional comienze a trabajar en la erradicación de la energía fósil. Pero también los países aún tienen que ponerse de acuerdo sobre el riesgo real de aceptar dinero barato.
La reciente decisión de China de no bajar los precios de la gasolina nacional,a pesar de la caída de los precios internacionales del petróleo, es una decisión impopular pero audaz que busca reducir la dependencia del país de la energía fósil barata, a pesar de que su crecimiento económico se está desacelerando.
Se espera que el alza tardía de las tasas de interés en Estados Unidos será un ejemplo necesario para los responsables políticos de todo el mundo a rechazar el crecimiento barato, prestado, como la respuesta fácil a los desafíos económicos que enfrentan.