BEIJING, 18 dic (Xinhua) -- La Conferencia Central de Trabajo Económico de China se inauguró hoy viernes y durante el evento se espera que los líderes chinos revisen el trabajo económico del país en 2015 y tracen planes para 2016, con prioridad para las reformas estructurales.
China ha alcanzado un crecimiento estable este año a pesar de la ralentización de la economía mundial y su producto interno bruto (PIB) se expandió un 6,9 por ciento interanual en los primeros tres trimestres de 2015, con lo que contribuyó aproximadamente al 30 por ciento del crecimiento económico global.
El país ya ha alcanzado su objetivo anual de empleo urbano para 2015, el crecimiento de los ingresos de los residentes continuó superando al del PIB y la calidad y la eficiencia de la economía mejoraron.
Además, se hicieron progresos en el ajuste estructural y el sector servicios representa ahora la mitad del PIB de China, mientras que el consumo contribuye a más del 60 por ciento del crecimiento económico.
No obstante, el país todavía se enfrenta a un entorno internacional complicado y a una mayor presión a la baja en 2016, según avanzan los analistas.
Algunas empresas chinas están experimentando dificultades ante la debilitada oferta y los motores tradicionales de la economía están perdiendo impulso en un momento en el que los nuevos no son suficientemente poderosos.
China debe continuar manteniendo el crecimiento económico dentro de un rango adecuado y avanzar en las reformas estructurales en 2016, de acuerdo con un comunicado emitido tras una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) esta semana.
"Al tiempo que se expande de forma apropiada la demanda agregada, el país debe mejorar la calidad y la eficiencia del sistema de oferta", señala el documento.
Los fundamentos económicos de China se mantienen en positivo en el largo plazo y se espera que el país acelere el apoyo a la innovación y profundice las reformas en varias áreas clave, entre las que se incluyen las empresas de propiedad estatal, apuntan los economistas.