Diversificación y calidad conducen incremento de cooperación China-ALC

Actualizado a las 22/12/2015 - 13:25

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BEIJING, 22 dic (Xinhua) -- Pese a la gran distancia geográfica que los separa, China y América Latina y el Caribe están cada vez más conectados gracias a sus amplios y estrechos intercambios dentro de una cooperación que no solo concede atención a la cantidad, sino también a la diversificación y la calidad, con el fin de impulsar la asociación de cooperación integral bilateral.

INTERACCION POLITICA FOMENTA LA CONFIANZA MUTUA

Desde enero hasta diciembre, el año 2015 ha sido testigo del fortalecimiento del entendimiento mutuo y la confianza política entre China y América Latina y el Caribe.

En enero se celebró en Beijing la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en la cual ambas partes trazaron una hoja de ruta para los próximos cinco años, especificando los sectores centrales de cooperación y los compromisos concretos.

En julio, Ecuador acogió el primer Foro CELAC-China sobre Ciencia, Tecnología e Innovación, dejando abiertas las vías para una cooperación tecnológica más estrecha a mediano y largo plazos.

En diciembre, otra vez en Beijing, unos 60 representantes de 27 partidos latinoamericanos y caribeños asistieron al primer encuentro del Foro de Partidos Políticos China-CELAC e intercambiaron opiniones y experiencias sobre la gobernanza estatal y cómo estrechar los lazos interpartidarios.

Estos tres encuentros pusieron de manifiesto el exitoso arranque de la nueva plataforma de cooperación colectiva creada en julio de 2014, como un perfecto complemento de la cooperación entre China y los países latinoamericanos y caribeños a niveles individual y subregional.

En caso de las interacciones políticas bilaterales, también se destaca la gira en mayo del primer ministro chino, Li Keqiang, por Brasil, Colombia, Perú y Chile, en la cual China propuso el nuevo modelo de cooperación "3x3" en materia de capacidad productiva, interconectando las reestructuraciones económicas propias en busca de beneficios mutuos.

A su vez, los presidentes de Colombia, Venezuela, Argentina, Ecuador y Costa Rica visitaron China este año, promoviendo la amistad tradicional con el país asiático y analizando nuevos terrenos de cooperación.

Además, los líderes de ambas partes se reunieron con mayor frecuencia aprovechando las múltiples oportunidades en el marco de las reuniones mundiales y regionales, tales como las cumbres de la ONU, el G20, el APEC y el BRICS, entre otros.

Para el canciller chino, Wang Yi, las relaciones entre China y América Latina y el Caribe han entrado en una nueva etapa del desarrollo paralelo de cooperación de doble vía, tanto colectiva como bilateral, y goza de una perspectiva muy brillante.

COOPERACION INTEGRAL EXPLOTA MAYOR POTENCIAL

No cabe duda de que el éxito más sobresaliente de la cooperación entre China y la región latinoamericana y caribeña radica en el comercio.

Según datos ofrecidos por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la participación china en las exportaciones regionales creció del 1 al 9 por ciento entre 2000 y 2014, mientras que su participación en las importaciones ascendió del 2 al 16 por ciento.

Sin embargo, las exportaciones de la región a China aún se concentran en los productos primarios, que ocupan casi tres cuartas partes de dichas exportaciones.

Por lo tanto, la diversificación de la canasta exportadora regional a China ha sido una cuestión central para mejorar la calidad de los intercambios comerciales bilaterales.

En este sentido, una mayor presencia de productos agrícolas en las exportaciones regionales a China demuestra los esfuerzos de ambas partes para diversificar las exportaciones y disminuir la alta concentración en los productos con bajo valor agregado.

A modo de ejemplo, la exportación de productos agroalimentarios de México a China se incrementó un 25 por ciento, en relación con 2014, con un valor cercano a los 150 millones de dólares estadounidenses, y se prevé que alcance los 300 millones de dólares en 2016.

El presidente del Consejo Nacional Agropecuario de México, Benjamín Grayeb Ruiz, recordó que durante muchos años el mercado chino solo se abrió a dos productos mexicanos: el aguacate y las uvas.

"En estos (últimos) tres años, ya van siete productos y, por lo que se ve, firmaremos otros tres más en 2016, lo cual se debe a la gran relación que se ha construido entre los dos países", indicó.

Por otro lado, la cooperación bilateral en otros sectores, tales como las finanzas, se ha tornado cada vez más importante y fructífera.

Desde 2005, China ha asumido compromisos de préstamo por más de 119.000 millones de dólares con países y compañías de América Latina, según un estudio realizado por el Diálogo Interamericano y la Iniciativa de Gobernanza Económica Mundial de la Universidad de Boston.

En 2014, la financiación china en la región superó el volumen proporcionado conjuntamente por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, llegando a los 22.100 millones de dólares, concentrados en los sectores de infraestructura y energía.

Los créditos que otorga China a América Latina no tienen condiciones políticas, "lo cual es una muy buena noticia para América Latina, dado que siempre ha estado muy condicionada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el Banco Mundial y por todos", comentó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

INTERCAMBIO TECNOLOGICO FAVORECE EL DESARROLLO SOSTENIBLE

La creciente participación y presencia de China en los mercados latinoamericanos conlleva una mayor responsabilidad de ayudarlos a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptados en una reciente cumbre sobre desarrollo de la ONU.

En opinión de Bárcena, China puede ayudar a América Latina y el Caribe con recursos financieros, ciencia y tecnología, como la tecnología para aprovechar las energías renovables.

La generación de energía a partir de fuentes limpias, como eólica, solar, geotérmica o biomasa, está considerada por las Naciones Unidas como una medida sumamente importante para enfrentar el cambio climático, ya que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

Antonio del Río, director del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que el mercado de fuentes limpias en América Latina es prácticamente virgen, por lo que la cooperación científica y comercial que puedan entablar los países de la región con China es una posibilidad real.

El investigador, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, expuso que las empresas chinas podrían emprender proyectos de colaboración con países de la región para aplicar sistemas que se adapten a las necesidades meteorológicas y ambientales de cada lugar.

"Ahí hay una posibilidad de trabajo conjunto, de desarrollar dispositivos, sistemas, que respondan a las diferentes localidades, y los que conocen las necesidades de las localidades o las limitaciones son los lugareños", manifestó.

Ante las indebidas acusaciones contra proyectos chinos por causar supuestos daños al medio ambiente, la realidad es que son minoritarios los casos en que los inversores chinos han demostrado prácticas irresponsables con el medio ambiente y las comunidades locales.

Es más, según un informe de la Universidad de Boston titulado "China en América Latina: Lecciones para la Cooperación Sur-Sur y el Desarrollo Sostenible", los empresarios chinos respetan y se acomodan a las legislaciones locales e incluso se han producido casos donde las empresas chinas han superado las normativas locales.

El texto destacó que el gobierno chino ha desarrollado nuevas directrices para los empresarios que salen a invertir en otras regiones, incluyendo el medio ambiente y la protección y el respeto a las comunidades locales como ejes principales.

Juan Carlos Belausteguigoitia, investigador del Centro de Energía y Recursos Naturales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), consideró que son importantes las inversiones chinas en proyectos hidroeléctricos, eólicos y solares en Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile y México.

"China introduce políticas muy innovadoras sobre el control de la contaminación, sobre sistemas de permisos, ahí podríamos aprender también", concluyó.