BUYUMBURA, 5 ene (Xinhua) -- El gobierno de Burundi anunció hoy que no asistirá al diálogo entre burundeses del miércoles en Arusha, Tanzania, y afirmó que la fecha no cumple con un acuerdo.
"No había acuerdo sobre la nueva fecha (6 de enero) para el diálogo entre burundeses. Esto significa que los delegados del gobierno burundés no irán a Arusha", dijo Joseph Bangurambona, secretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Burundi.
De acuerdo con el secretario, el 6 de enero "no es una fecha válida" para las conversaciones.
Bangurambona enfatizó que se tienen que solucionar otras irregularidades antes de acordar una fecha para la reanudación del diálogo.
Bangurambona dijo que "el gobierno burundés nunca conversará con personas que han optado por la violencia".
El secretario indicó que otra de las principales irregularidades fue la presencia en las conversaciones del 28 de diciembre de 2015 en Entebbe, Uganda, de una mujer que afirmó ser la presidenta de una organización no registrada.
"Una mujer que afirmó ser la presidenta de una organización de mujeres y niñas no registrada habló en nombre de las mujeres y niñas de Burundi. Esto no es aceptable", dijo Bangurambona.
De acuerdo con Bangurambona, la mujer, Marie Lousie Baricako, fue la secretaria de la embajada de Burundi en Washington, Estados Unidos, y fue despedida en octubre del año pasado.
El 28 de diciembre del año pasado, con la facilitación de Uganda, en el relanzamiento del diálogo entre burundeses en Entebbe, Uganda, los participantes, incluyendo a la oposición en el exilio y la parte facilitadora, decidieron volver a reunirse el 6 de enero en Arusha.
Por otra parte, el 17 de diciembre de 2015, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana emitió una resolución sobre el despliegue de 5.000 tropas en Burundi para evitar genocidios y asesinatos masivos, pero el gobierno burundés decidió combatir estas tropas si ponían un pie en territorio de este país del este de Africa.
Desde abril, con el inicio de las protestas contra el intento del presidente de Burundi Pierre Nkurunziza de competir por un tercer período y tras su controvertida reelección en julio, los actos de violencia han dejado 400 muertos en el país, según grupos de la sociedad civil.