BEIJING, 17 feb (Xinhua) -- En Dongguan, centro manufacturero del sur de China, una fábrica de zapatos cerrará y despedirá a 1.900 empleados.
Como filial de Stella International Holdings, la fábrica es una de las más importantes bases de producción y procesamiento de marcas como Nike, Prada y ECCO.
"Con la reducción de la demanda y el alza de los salarios, no tuvimos más opción que cerrar", dijo Zhong Weijie, gerente de recursos humanos de Stella International Holdings. "La capacidad se trasladará al sureste de Asia".
Pero no todo es fatalidad y pesimismo.
A una hora en auto desde Dongguan en Shenzhen, el fabricante de teléfonos inteligentes Huawei anunció ingresos por ventas de 60.100 millones de dólares en 2015 y espera 81.800 millones de dólares este año.
Huawei es actualmente el tercer mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo después de Samsung y Apple y se está expandiendo rápidamente.
Estas dos historias son una imagen de lo que esté ocurriendo en las fábricas chinas: las manufacturas tradicionales batallan con el exceso de capacidad y las nuevas industrias florecen.
Huawei ha logrado su éxito a través de la innovación constante. Cada año, el 10 por ciento de sus ingresos es reinvertido en investigación y desarrollo. Cerca de la mitad de sus empleados participa en la investigación y desarrollo de una forma u otra.
El cambio en el patrón manufacturero se ve en las exportaciones de China. El procesamiento, la intensidad en trabajo y el uso de poca tecnología está siendo reemplazado por el comercio general que abarca productos nacionales y tecnología. El comercio general ahora representa el 58,4 por ciento de las exportaciones.
En mayo de 2015, China presentó el plan "Hecho en China 2025" para alejarse de la manufactura de gama baja y acercarse a la producción de mayor valor agregado. Los gobiernos locales han ofrecido incentivos fiscales a las compañías de alta tecnología y han canalizado fondos privados a proyectos innovadores.
A medida que la producción intensiva en tecnología se vuelve lucrativa, las manufacturas tradicionales se están adaptando.
"Es verdad que los ámbitos con problemas de exceso de capacidad tienen dificultades operativas, pero al mejorar la eficiencia energética también vemos muchas oportunidades", dijo Yin Jianan, presidente de Shanxi Blower Machinery Company.
Las oportunidades también se encuentran en la cooperación internacional. Con el establecimiento de fábricas en el extranjero, muchos fabricantes chinos han encontrado la forma de asimilar el exceso de capacidad con bajos costos laborales en otros países.
Las fusiones en el extranjero por parte de compañías chinas se incrementaron 40 por ciento en 2015, la mayoría de las cuales fueron realizadas por fabricantes privados que adquirieron parte de las ventajas tecnológicas de empresas extranjeras de marcas valiosas, señaló PricewaterhouseCoopers (PwC).
"Consideramos que la tendencia continuará", dijo Liu Yanlai, socio de PwC. "Las multinacionales chinas van a salir al escenario mundial".
China dependió de la manufactura para sobresalir en el pasado y el sector sigue siendo una industria fundamental. La manufactura china no está desapareciendo, sólo se está transformando.