El candidato a la nominación republicana, Marco Rubio, senador de Florida, se encuentra presionado para ganar en su estado en la primaria de hoy pues perder este importante estado implicaría el fin de su campaña.
Hoy se realizarán dos primarias republicanas cruciales en los estados de Ohio y Florida en un momento en el que el rudo multimillonario Donald Trump se encuentra a la cabeza de las encuestas nacionales.
Rubio, Ted Cruz y el gobernador de Ohio John Kasich han estado luchando con uñas y dientes contra Trump y los expertos señalan que si Rubio no gana Florida hoy, probablemente abandonará la contienda.
"Si Rubio pierde Florida ante Trump, su campaña presidencial llegará a su fin", dijo a Xinhua Darrell West de la Brooking Institution.
"Ha ganado sólo unos cuantos estados y se encuentra muy lejos en número de delegados. Sin el total de delegados del ganador en su estado natal prácticamente no habrá manera de que se convierta en el nominado republicano", dijo West.
De hecho, si Rubio deja la contienda será una competencia de tres: Trump, Kasich y Cruz, dijo.
Kasich y Cruz "dividirán el voto contra Trump y ayudarán al magnate a convertirse en el nominado republicano", dijo.
Julian Zelizer, profesor de historia y asuntos públicos de la Universidad de Princeton, dijo a Xinhua que si Rubio pierde Florida no habrá nada más para él.
"Sin Florida tendrá que suspender su campaña", dijo.
Dan Mahaffee, analista del Centro para el Estudio de la Presidencia y el Congreso, hizo eco de las opiniones de los demás analistas y dijo que Rubio "tiene que ganar Florida para mantenerse en la conversación, pero todas las encuestas indican que Trump tiene una firme ventaja", dijo.
De hecho, hace apenas unos años Rubio era visto como la gran esperanza del Partido Republicano: hijo de inmigrantes cubanos y estrella en ciernes que podría llevar al partido al siglo XXI en un momento en el que el partido admitió la necesidad de llegar a un ámbito demográfico y cultural cada vez más cambiante en el país.
Los analistas señalan que la campaña de Rubio ha salido mal por varias razones e indicaron que su estilo en los debates ha dado la impresión de que recita respuestas previamente memorizadas más que hablar con sinceridad.
La juventud de Rubio no ha funcionado a su favor en un partido cuya base sigue siendo de más edad que la de los demócratas.
Rubio con frecuencia ofreció lo que parecieron respuestas acartonadas en un momento en el que los votantes republicanos están hambrientos de tener un candidato que no hable como lo que consideran las élites de Washington que no entienden las necesidades de los estadounidenses comunes y corrientes.
Todo esto lo coloca en situación de desventaja ante Trump cuya campaña ha estado cobrando fuerza en todo el país.
Por su parte, Trump ha podido llegar, como ningún otro candidato, incluyendo a Rubio que no puede superar el estilo estrafalario y agresivo de Trump, a la frustración de los estadounidenses con la economía, los empleos y la política exterior .