Este año pondremos el acento en llevar a buen término nuestro trabajo en ocho aspectos.
1. Estabilizar y perfeccionar la política macroeconómica, y mantener el funcionamiento de la economía dentro de unos límites razonables. Como todavía tenemos medios innovadores y políticas de reserva para el macrocontrol, por una parte debemos basarnos en el presente y tomar medidas enfocadas específicamente a resistir la presión ejercida por el desarrollo descendente de la economía; por otra, hemos de poner la mirada en los intereses a largo plazo, tener medidas de reserva y procurar encontrar y acumular nuevas fuerzas. Hay que seguir aplicando una política fiscal activa y una política monetaria prudente; innovar las modalidades de macrocontrol; fortalecer el control ejercido dentro de los límites establecidos, el direccional y el coyuntural; utilizar coordinadamente las políticas fiscal y monetaria, así como los instrumentos de la política industrial, la inversora y la de precios; y tomar medidas sobre la reforma estructural, en especial, sobre la reforma por el lado de la oferta, a fin de crear con todo ello un buen ambiente para el desarrollo económico.
Intensificar la aplicación de una política fiscal activa. Este año nos proponemos como objetivo un déficit fiscal de 2,18 billones de yuanes, 560.000 millones más que en el ejercicio anterior, con lo que su tasa habrá aumentado un 3 %. De esa cantidad, 1,4 billones corresponderán al déficit de la hacienda central y 780.000 millones, al déficit de las haciendas territoriales. Además, se planea que los gobiernos territoriales emitan bonos especiales por un valor de 400.000 millones de yuanes y sigan emitiendo bonos de sustitución. Dado que la tasa de déficit fiscal de nuestro país y la tasa de endeudamiento de nuestro Gobierno son relativamente bajas en comparación con las de otras principales economías del mundo, esta propuesta es necesaria, factible y segura.
El déficit fiscal apropiadamente incrementado se destinará principalmente a la reducción tributaria y la disminución tarifaria, para aliviar en mayor medida las cargas de las empresas. A tal efecto, este año se tomarán tres medidas. Primera: se ejecutará la sustitución general de la recaudación del impuesto sobre las transacciones por la del impuesto sobre el valor agregado y, a partir del 1 de mayo, el ensayo de esta sustitución se extenderá a sectores como el de la construcción, el inmobiliario, el financiero y el de servicios para la vida cotidiana, y el impuesto sobre el valor agregado de los nuevos bienes inmuebles de todas las empresas se incluirá en la deducción de la suma imponible, garantizando así el que la carga tributaria de todos los sectores se reduzca en lugar de aumentar. Segunda: en cuanto a los fondos gubernamentales, se cancelarán los creados antirreglamentariamente, se dejarán de recaudar las aportaciones a algunos de ellos y otros se fusionarán, y se ampliará la esfera de la exención de cobros de, entre otros, los fondos de construcción hidráulica. Tercera: el alcance de la exención de 18 cobros administrativos e institucionales se extenderá de las pequeñas empresas y las microempresas a todas las empresas y particulares. Gracias a la aplicación de tales políticas, este año la carga de las empresas y los particulares será más de 500.000 millones de yuanes menor a la que soportaban antes de llevar a cabo esta acción reformista. Al mismo tiempo, se aumentarán adecuadamente el gasto público y la inversión gubernamental necesarios para prestar un mayor apoyo a las condiciones de vida del pueblo y los demás eslabones débiles. Es preciso innovar las formas del gasto público y optimizar su estructura, siendo además imperativo garantizar lo que haya que garantizar y reducir lo que haya que reducir.
Se acelerará la reforma de los regímenes fiscal y tributario. Se impulsará la reforma de la repartición de las atribuciones operativas y las responsabilidades por los gastos entre la hacienda central y las territoriales, y se determinará racionalmente la proporción según la cual se distribuirán los ingresos del impuesto sobre el valor agregado entre el nivel central y los territoriales. A estos se les asignarán los impuestos que sean apropiados como fuente de ingresos y se les transferirán adecuadamente atribuciones en la administración de los asuntos tributarios. La magnitud de los pagos de transferencia especiales de la hacienda central se reducirá en mayor medida, mientras que la de los ordinarios aumentará este año un 12,2 %. Se promoverá una reforma general encaminada a recaudar el impuesto sobre los recursos naturales calculado en función de sus precios. La recaudación y administración tributaria se aplicará según la ley. Se establecerá un mecanismo reglamentado de endeudamiento y financiación de los gobiernos territoriales, y se aumentarán conforme a los procedimientos legales y de manera apropiada las cuotas de deuda de los que cuenten con un poder fiscal fuerte y un riesgo de endeudamiento bajo. Los gobiernos de los diversos niveles deben persistir en llevar una vida frugal y utilizar cada centavo de manera trasparente y donde realmente se necesite.
Flexibilizar adecuadamente la aplicación de una política monetaria prudente. Se prevé que este año tanto la provisión de dinero en sentido amplio (M2) como el saldo de la financiación total para la economía real aumenten aproximadamente un 13 %. Hay que emplear coordinadamente los diversos tipos de instrumentos de la política monetaria, entre ellos las operaciones de mercado abierto, los tipos de interés, el coeficiente de caja y los représtamos; mantener la liquidez en un nivel razonable y suficiente; desobstruir el mecanismo de conducción de dicha política; rebajar los costes de la financiación; e intensificar el apoyo a la economía real, especialmente a las pequeñas empresas, las microempresas y los “tres pilares del agro” [la agricultura, el campo y el campesinado].
Profundizaremos la reforma del régimen financiero. Aceleraremos la reforma y el perfeccionamiento del régimen moderno de supervisión y control financieros, elevaremos la eficiencia de los servicios financieros prestados a la economía real y lograremos que la supervisión y el control cubran todos los posibles riesgos financieros. Profundizaremos la reforma tendente a mercadizar los tipos de interés. Seguiremos perfeccionando el mecanismo de fijación de los tipos de cambio del yuan en función del mercado y mantendremos la estabilidad básica de estos en un nivel razonable y equilibrado. Profundizaremos la reforma de los bancos comerciales estatales y las instituciones financieras de desarrollo y de políticas, desarrollaremos los bancos no gubernamentales e iniciaremos la coactuación experimental de las inversiones en derechos accionariales y los créditos bancarios. Promoveremos la reforma del mercado de acciones y el de bonos, así como el fomento del imperio de la ley en ambos, impulsaremos el sano desarrollo del mercado de capitales en sus múltiples niveles y elevaremos el porcentaje de la financiación directa. Pondremos oportunamente en marcha el programa de conexión bursátil Shenzhen-Hong Kong. Estableceremos el sistema de seguros contra grandes catástrofes. Desarrollaremos de manera reglamentada las finanzas por internet. Desenvolveremos enérgicamente las finanzas incluyentes y las ecológicas. Intensificaremos la administración macroprudente de la deuda exterior en moneda tanto extranjera como china. Haremos más segura la “jaula” institucional, rectificaremos y reglamentaremos el orden financiero, combatiremos con dureza los fraudes financieros, las recaudaciones ilegales de fondos y las infracciones y delitos de los mercados bursátiles y de futuros, y garantizaremos con firmeza el cumplimiento de la exigencia mínima de evitar la aparición de riesgos sistémicos o regionales.