Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 18 mar (Xinhua) -- La llegada a Argentina del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la semana próxima, para entrevistarse con su homólogo local Mauricio Macri, es un intento de volver a la lógica de los años 90, cuando la región se alineó con el denominado Consenso de Washington.
Así lo advirtió este viernes, en entrevista exclusiva con Xinhua, el politólogo de la Universidad de Buenos Aires y analista internacional Juan Manuel Karg.
El experto, becario doctoral del prestigioso organismo científico CONICET, dialogó con esta agencia a raíz de la visita de Obama, los días 23 y 24 de marzo.
"El viaje de Obama implica un cambio en la relación de Estados Unidos respecto a Argentina, y un intento de volver a lo que fuera la relación privilegiada que Washington detentaba con Buenos Aires en la década del 90, bajo el período de las "relaciones carnales" del menemismo", observó el experto.
Aludió, así, a un término que popularizó aquí el canciller Guido di Tella, funcionario del entonces presidente Carlos Menem (1989-1999), uno de los arquitectos del alineamiento, en aquel momento, de la Argentina con Estados Unidos.
"En 2005, el 'No al ALCA' de Mar del Plata" que encabezaron los ex presidentes de Argentina y de Venezuela Néstor Kirchner y Hugo Chávez, "abrió un período de enfriamiento en la relación, donde Argentina además tuvo un rol protagónico en la creación de instancias como Unasur y CELAC", enfatizó Karg.
Esos mecanismos, "al pensarse autónomamente, ponían en jaque la vinculación de Estados Unidos con América Latina y el Caribe", añadió.
En cuanto a la región, el politólogo sostuvo que "la visita de Obama a la Argentina es una buena noticia para el bloque de países de la Alianza del Pacífico (AP, México, Colombia, Perú y Chile), debido a que la segunda economía de América del Sur se aproxima a ese espacio".
"Igualmente -advirtió- hay que hacer un punto aparte. Para avanzar en una 'cooperación' con la Alianza del Pacífico, Argentina debería 'flexibilizar' el Mercosur, tal como ya ha pedido la canciller Susana Malcorra en reiteradas oportunidades.
"¿Qué significa 'flexibilizar' el Mercosur? Abrirlo a otros bloques, como la AP, con la peligrosa perspectiva de avanzar en acuerdos bilaterales y terminar desarmando el engranaje hasta ahora conocido, que permitió una importantísima articulación política y económica entre Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela", dijo.
Por otra parte, el TPP (Acuerdo Transpacífico) está también detrás de la orientación política y económica de Washington respecto a Buenos Aires, alertó el analista.
"La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina confirmó que durante la bilateral próxima se tratará este tema, que requiere el mismo tratamiento que la Alianza del Pacífico.
"El TPP es un 'acuerdo' donde Estados Unidos se involucra en el área de Asia, intentando mostrarle su hegemonía en la firma de tratados a China, nada menos que la segunda economía mundial, líder del bloque de los emergentes donde también están Rusia, Sudáfrica, Brasil e India", analizó Karg.
Consultado sobre las consecuencias de una mayor presencia de Estados Unidos en la región, Karg señaló: "Es paradójico, pero cuando un Papa argentino (Francisco) tiene una voz internacional reconocida contra el descomunal poderío del mercado respecto a los Estados, en importantes producciones públicas como la exhortación apostólica 'Evangelii Gaudium', el propio presidente de la Argentina va en sentido contrario a estas reflexiones".
"Si Francisco pide una economía que se plantee la justicia social como horizonte, basado en su formación dentro de la doctrina social de la Iglesia, Macri avanza (o pretende hacerlo) sobre los tratados de libre comercio que, amparados en las asimetrías entre sus firmantes, han provocado mayor pobreza en los países subdesarrollados", lamentó el analista internacional.