Fomentar la estabilidad regional forma parte de las prioridades de Cuba y Estados Unidos, aseguraron hoy los presidentes de ambas naciones, Raúl Castro y Barack Obama, respectivamente.
Durante una conferencia de prensa conjunta celebrada esta jornada en el Palacio de la Revolución de La Habana, sede del gobierno cubano, los mandatarios se refirieron específicamente a Venezuela y Colombia.
Con relación a Caracas, el pronunciamiento de Castro fue contundente al considerar que "la desestabilización que se intenta en Venezuela es contraproducente al ambiente de nuestro continente".
A esta condena le siguió un breve comentario del jefe de Estado norteamericano que a pesar de abogar por la paz en el continente, se limitó a indicar que "toda la región está interesada en que haya un gobierno que respete lo que quieren los venezolanos".
A principios de año, Obama ratificó su decisión de considerar a Caracas como una "amenaza extraordinaria e inusual" para la seguridad de Estados Unidos al prorrogar por un año más la orden ejecutiva firmada por él en marzo de 2015, en respuesta a supuestas violaciones de derechos humanos en la nación latinoamericana.
Dicha prerrogativa fue condenada por el gobierno cubano, al considerarla "una intromisión directa e inaceptable en los asuntos internos de Venezuela y en su soberanía. Aquella Orden debe ser abolida y esto será un reclamo permanente y firme de Cuba".
En una reciente declaración difundida por el diario "Granma", órgano oficial del Partido Comunista de la isla, las autoridades caribeñas manifestaron además su respaldo a Venezuela.
"Es y será inamovible nuestra solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, el gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro y el pueblo bolivariano y chavista, que lucha por seguir su propio camino y enfrenta sistemáticos intentos de desestabilización y sanciones unilaterales", subrayó el mencionado editorial.
En otro orden de ideas, durante este lunes los dos mandatarios concordaron además en destacar la importancia que reviste para América Latina y el Caribe los diálogos de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.
Las negociaciones tienen lugar en La Habana desde noviembre de 2012 entre ambas partes, un hecho reconocido por Obama, quien aprovechó la oportunidad para agradecer a su homólogo cubano por facilitar las conversaciones.
El dignatario comentó a su vez que se mantiene "optimista" sobre un futuro acuerdo de paz entre la guerrilla y el gobierno colombiano, acontecimiento que finalizaría un enfrentamiento armado con más de medio siglo de permanencia y considerado el único conflicto interno vigente en la región.
De acuerdo con medios suramericanos de prensa, finalizó el anunciado encuentro entre el secretario de Estado norteamericano John Kerry con la delegación gubernamental liderada por su máximo representante en La Habana, Humberto de la Calle.
Más tarde, Kerry también se entrevistará con los miembros de las FARC, y aunque ambos encuentros están pautados a puertas cerradas, se espera que el representante de la Casa Blanca evalúe el avance de los diálogos ahora detenidos por diferencias sobre las zonas de concentración de los guerrilleros cuando cese la guerra, y sobre la dejación de las armas por parte de la insurgencia.
Desde 2012, representantes del gobierno colombiano y de las FARC buscan en La Habana una salida política al conflicto armado que ha dejado hasta la fecha más de 300.000 fallecidos.
Luego de tres años y cuatro meses de conversaciones, ambas delegaciones lograron acuerdos en los puntos de reforma rural integral, participación política, combate a las drogas ilícitas y reparación de las víctimas.
En la actualidad abordan lo concerniente al cese al fuego bilateral, la dejación de las armas y la desmovilización y reintegración a la sociedad de los guerrilleros, mientras analizan los mecanismos más efectivos para refrendar por la vía popular todo lo pactado en los diálogos de paz.